El suspense, las historias macabras y los momentos de pánico que reproducen las películas de terror, lejos de ahuyentar, nos atraen. Te has preguntado, ¿por qué te gusta sentir miedo? Una psicóloga nos explica por qué disfrutamos viendo estos filmes.
Esta temporada es común encontrarnos con filmes cinematográficos que buscan erizarnos la piel, hacernos pegar gritos y pellizcar al de a lados. Títulos como It de Stephen King, Annabelle: Creation, El secreto de Marrowbone, 7 deseos, entre otros son los nombres que pudimos observar.
Estos y otros títulos del género han sido acogidos con gran entusiasmo. A pesar de la tensión, el desasosiego y las escenas espeluznantes, el éxito de estas películas es notable.
Parece que al público le gusta pasar miedo. Pero…
¿Qué sabemos sobre el miedo?
“Se trata de una alteración del ánimo que produce angustia ante un peligro o un eventual perjuicio, ya sea producto de la imaginación o propio de la realidad”, explicó la psicóloga Amaya Terrón.
Asimismo, añadió que «el miedo por excelencia en el ser humano es a la muerte, porque no sabemos nada acerca de ella».
“Puede decirse que el miedo resulta desagradable para quien lo padece. Esta emoción, sin embargo, también funciona como un método de supervivencia, ya que pone en alerta a las personas y a los animales frente a una amenaza. De esta manera, una cebra que siente miedo por los leones, huirá apenas advierta la presencia de su depredador. Algo similar hará un hombre que, al escuchar disparos, se pone a resguardo por miedo a resultar herido”, señaló .
La especialista aclaró que existen miedos innatos, inherentes a la propia especie, y miedos adquiridos mediante el contacto con el ambiente y que se instauran por aprendizaje. Ejemplo de miedos innatos, aquellos con los que nacemos, son el miedo a los ruidos fuertes, a determinados animales, a la oscuridad o a la muerte, entre otros.
Por su parte, los miedos adquiridos “tienen que ver con la percepción de riesgo por la que interpretamos ciertas situaciones que comprometen, no solo nuestra supervivencia sino nuestra integridad física y emocional. Principalmente se adquieren por aprendizaje en interacción con el medio”, precisa.
“Desde el punto de vista de la psicología, el miedo sería una respuesta adaptativa que nos protege de determinados estímulos que interpretamos, de forma innata o adquirida, como dañinos para nuestra supervivencia y bienestar físico y psicológico”, destacó.
La psicóloga indicó que nos produce miedo todo aquello que no conocemos ni controlamos. “El miedo por excelencia en el ser humano es a la muerte, porque no sabemos nada acerca de ella; no entendemos cómo podemos dejar de existir; no la hemos experimentado ni la controlamos y supone una incertidumbre tal que nos aterra”, detalla.
Sentir sin vivir la situación completa
Grandes títulos del cine de terror como El exorcista, Poltergeist o El resplandor basan su éxito en historias salpicadas de fenómenos sobrenaturales.
En este sentido, Amaya Terrón manifiesta que las películas «buscan el miedo a través del desconocimiento, de lo incontrolable y se centran en cosas que nunca hemos experimentado y para las que no tenemos reglas ni forma de entender».
“Lo sobrenatural, aquello sobre lo que nadie sabe, lo oculto y desconocido es su baza principal”, apuntó.
“A veces mezclan contenidos o situaciones realistas para encuadrar al espectador dentro de un escenario posible y que ponga a funcionar su sistema empático. Sin embargo, le sumergen en las más ficticias de las ilusiones para encontrar en esa mezcla el perfecto caldo de cultivo del terror más intenso y muchas películas, desde luego, lo consiguen”, afirmó.
Las películas de miedo nos ponen frente a estímulos que nos provocan miedo e incluso terror, pero como meros espectadores, «por lo que podemos experimentar la sensación sin el riesgo evidente que supone”
Terrón explica que las películas de miedo “nos ponen frente a estímulos que nos provocan miedo e incluso terror, pero como meros espectadores, por lo que podemos experimentar la sensación sin el riesgo evidente que supone. Nos gusta controlar y poner a prueba hasta nuestras emociones más disruptivas o impredecibles”.
La psicóloga señaló que somos la única especie que puede sentir miedo sin algo delante que lo provoque “nada más que la imaginación de nuestra mente, el recuerdo, la identificación o la proyección”.
En este sentido, comentó que, en cierta forma, adelantamos acontecimientos, nos proyectamos en determinadas situaciones, somos capaces de ponernos en el lugar de los otros y tenemos la capacidad de sentir aunque no estemos en la situación en concreto.
“Poseemos complicadas estructuras cerebrales que nos hacen ser capaces de todo esto”, recalcó.
Terrón declaró que, debido a estos procesos, podemos llegar a sentir lo que siente el personaje de la película aunque estemos en la comodidad de nuestro salón a salvo de todo riesgo.
“De hecho, son estas sensaciones de incertidumbre y miedo lo que vamos buscando cuando vemos películas de terror. Un miedo controlado en escenarios complejos pero ajenos a las consecuencias que supondría estar dentro de ellos”, concluyó.
Si te habías preguntado, ¿por qué te gusta sentir miedo? Ya lo sabe es una sensación única.