Jorge Castañeda Sánchez, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) señaló que aún no existe evidencia científica de que el virus SARS-CoV-2 se transmita por medio de los animales.
Destacó que aunque 70% de las enfermedades emergentes corresponde a transmisiones de microorganismos que pasan de animales a humanos, según lo estimado desde 1940, no se ha confirmado que suceda lo mismo con el COVID-19.
“Todavía no se ha detectado que las especies se infecten del coronavirus COVID-19 ni que presenten la misma sintomatología o manifestaciones clínicas ante este patógeno nuevo, sobre el que no se ha generado información definitiva ”, dijo el miembro de la Sociedad Mexicana de Inmunología.
Sin embargo, ante una ausencia de información al respecto, el profesor del Departamento de Sistemas Biológicos de la Unidad Xochimilco recomendó limitar los paseos en la calle con los perros –o directamente evitar salir, si es que se cuenta con espacio suficiente en casa– y al regresar cepillarles el pelo y lavarles las patas con agua y jabón, no con cloro –porque daña tejidos– además de aplicar cuidados cotidianos que involucran estar pendientes de las vacunas y la desparasitación.
Asimismo, Castañeda Sánchez consideró fundamental “dejar de satanizar las cosas”, lo cual sólo ha puesto en riesgo la diversidad biológica, incluidos los murciélagos, acusados de transmitir el COVID-19, aun cuando hasta el momento esto no ha sido comprobado, además de informarse y verificar las fuentes para no compartir o difundir noticias falsas.
Por su parte, Heliot Zarza Villanueva, jefe del Departamento de Ciencias Ambientales de la Unidad Lerma, sostuvo que por precaución no se bese a las mascotas porque una vía de infección son las micropartículas de saliva y se mantenga distanciamiento físico, es decir, no tocar a ardillas ni tlacuaches que habiten zonas urbanas.
El doctor en Ciencias Biológicas explicó que existen padecimientos propios de los animales que en los últimos años, ante la invasión de sus espacios por parte de la gente, derivaron en contagios.
“La fauna silvestre ha evolucionado con agentes infecciosos que ya están en su organismo, pues cuando modificamos los sistemas naturales mediante fragmentación del hábitat causamos un desequilibrio, mientras que el comercio ilegal de especies ha provocado la pérdida de biodiversidad que nos proporciona una serie de servicios medioambientales, que resultan clave para la sobrevivencia humana”.