Nélida Padilla Gámez, investigadora de la UNAM, consideró que la sociedad mexicana requiere de una educación sexual integral.
Ello permitirá tener relaciones asertivas, de respeto y diálogo abierto, algo altamente útil en una situación de pandemia como la que afecta actualmente.
La experta de la Unidad de Investigación Interdisciplinaria en Ciencias de la Salud y la Educación (UICSE) destacó que la vida sexual va más allá del encuentro erótico.
Se trata de los afectos y las interacciones adecuadas, saludables o no, que se generan en los entornos familiares.
Precisó que una enseñanza sexual integral además de permitir consensar abiertamente tener relaciones sexuales o no, proporciona “una mayor introspección»
“…asertividad, empoderamiento, prevención del embarazo y todo lo que gira alrededor de la reproductividad afectiva”,agregó.
La especialista recordó que el tema sexual suele manejarse con restricciones, temores, burlas, chistes e incluso machismo.
Precisó que, derivado de la contingencia sanitaria, se ha encontrado que los índices de violencia intrafamiliar han aumentado, por lo que invitó a las familias a abrirse a la información y compartirla con los niños.
“Es importante poner el puntero en este tema porque también los pequeñitos están exponiéndose a ciertas prácticas de adultos que no son adecuadas, y los jóvenes que tenían ciertas problemáticas con sus familias ahora, dado el confinamiento, presentan más problemas como tendencias suicidas y problemáticas asociadas”, destacó.
Sexualidad segura
Padilla Gámez recordó que quienes son portadores de algún virus y deciden tener un encuentro sexual con una persona con la cual no cohabitan, deben tomar precauciones importantes.
Como disminuir los besos al máximo, pues aunque el beso es parte de la fase inicial de la excitación humana, a través de la saliva hay contagio.
Dijo además que la Organización Mundial de la Salud recomienda rechazar este tipo de interacciones, y aunque la COVID-19 no se transmite vía sexual, sí por heces fecales, por lo que sugirió evitar prácticas orales o anales, siempre usar condón y considerar la integridad y salud de ambas personas.
Para aquellos que tienen una pareja estable con la que cohabitan, reiteró la necesidad de lavarse las manos antes y después de la relación, llevar una ropa distinta para el encuentro, al regresar a su hogar bañarse y cambiarse, así como tomar todas las medidas posibles de higiene y prevención.
Asimismo, ser cuidadosos con lo que se hace cerca de los niños, pues con todos en casa es más probable que sean testigos de algunos aspectos de la vida íntima de la pareja.
Para concluir, Padilla Gámez refirió: “hablar es la mejor herramienta de interacción para las personas en todas las edades”.