En Francia un equipo de científicos documentó lo que sería el primer caso de una posible infección de una madre joven a su bebé a través de la placenta.
Se trató de una mujer de 23 años que fue admitida en el hospital con fiebre y tos severa, y las distintas pruebas confirmaron la presencia de genes relacionados con el SARS-CoV-2 (la madre se infectó en el último trimestre de embarazo).
Una hora después del parto por cesárea las pruebas realizadas al bebé, y de nuevo 3 y 18 días después, también dieron positivo en los mismos genes que la madre relacionados con el Coronavirus. La sangre del recién nacido y el lavado broncoalveolar también fueron positivos.
En el estudio, publicado en la revista Nature Communications, los autores señalaron que el bebé presentaba síntomas neurológicos asociados con la infección por COVID-19, similares a los reportados en pacientes adultos.
Los investigadores, liderados por Daniele De Luca, señalaron que estudios anteriores habían sugerido que puede producirse una transmisión perinatal (el periodo inmediatamente anterior y posterior al nacimiento) del SARS-CoV-2.
Sin embargo, no está claro si tiene lugar a través de la placenta, por vía cervical o como resultado de una exposición ambiental.
En este artículo De Luca y sus colegas sugirieron que la transmisión transplacentaria del SARS-CoV-2 puede ser posible.
Necesarias más investigaciones
En las pruebas hechas al bebé no se encontraron otras infecciones virales o bacterianas y se excluyeron todos los demás trastornos neonatales potencialmente causantes de estos síntomas clínicos.
Los investigadores confirmaron que tanto la madre como el niño se recuperaron de la infección y posteriormente fueron dados de alta del hospital.
De Luca y su equipo también midieron cargas virales más altas en la placenta que en el líquido amniótico y la sangre materna, lo que sugiere que el SARS-CoV-2 podría replicarse activamente en las células de la placenta y causar viremia neonatal.
Al confirmar la presencia del SARS-CoV-2 en el tejido de la placenta y en la sangre materna y neonatal, los científicos llegan a la conclusión de que la transmisión de la madre al bebé se produjo muy probablemente a través de la placenta.
Pero, aseveran los responsables de este estudio, se necesitarán más investigaciones para confirmar estos resultados.