Los ‘aerobics cerebrales’, basados en terapias cognitivas, podrían hacer más lento el impacto de la demencia y detener sus daños, señaló Marcela Vázquez-Mellado, tutora en envejecimiento y demencia de la Universidad Iberoamericana de la CDMX.
Detalló que hacer ‘aerobics cerebrales’ no consiste en armar rompecabezas, resolver sudokus o sopas de letras, sino más bien se trata de aprender constantemente cosas nuevas como a tocar un instrumento o a hablar otro idioma.
Pero no sólo los aprendizajes nuevos aumentan la reserva cognitiva, pues este incremento también sucede cuando se hacen cosas tan sencillas como leer en voz alta, contar al revés o hacer operaciones mentales el mayor tiempo posible.
Sostuvo que toda la gente es susceptible a desarrollar demencia, la cual debe ser diagnosticada por un médico neurólogo, con base en los resultados de estudios de resonancia magnética.
Síntomas de la demencia
Mencionó que hay cinco grandes grupos de síntomas de la demencia: dificultades para llevar a cabo tareas de la vida diaria (como cepillarse los dientes y olvidar enjuagarse la boca); confusión en entornos familiares (por ejemplo, creer, aunque sea momentáneamente, que un cuñado es un hermano); dificultades con las palabras y los números (que el despachador de la gasolinera cobre 48 pesos por un aditivo y uno piense que son 84;, pérdidas de memoria concretas; y cambios de humor y comportamiento.
Como son diversos los síntomas de la demencia, “es muy importante observarnos y pedir a las personas que viven y conviven con nosotros que nos ayuden para que nos observemos mutuamente”, señaló Vázquez-Mellado, quien por medio de su organización ‘Jubilare 2030’, ayuda a las personas a crear su propia reserva cognitiva, al desarrollar, junto con ellas, programas de actividades para una vejez sana y sin demencia.