La Espína Bífida es la segunda causa de discapacidad física en la infancia después de la parálisis cerebral, así lo señaló el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis).
Añadió que este defecto congénito puede ocasionar discapacidad motora, hidrocefalia, daño neurológico, incontinencia urinaria y fecal, así como discapacidad motora en una buena parte de los casos.
El organismo explicó en su blog oficial que las complicaciones derivadas de la espina bífida van desde afecciones menores hasta discapacidades físicas y mentales severas.
Detalló que la espina bífida se refiere a un desarrollo incompleto de la médula espinal y entre los tipos más comunes son: Espina Bífida Oculta, Lipomeningocele, Meningocele y Mielomeningocele.
En ese sentido, subrayó que para prevenir esta afectación, las mujeres en edad reproductiva y con posibilidades de un embarazo consuman cada día ácido fólico, aunado a que las familias con uno o más miembros afectados reciban asesoramiento genético.
Ello, aún cuando hayan completado el número de descendientes deseado, debido a que los integrantes de dichas familias tienen riesgo de procrear hijos con espina bífida.
El Conadis expuso que los niños que tienen este padecimiento deben comenzar con un tratamiento desde el nacimiento, que incluya cambios posturales, alineación de segmentos corporales y estimulación temprana, mientras que los padres de éstos deben recibir información referente a las secuelas neurológicas y los posibles grados de discapacidad.