La utilización de elementos didácticos y digitales empleados en los videojuegos es conveniente para generar empatía e incentivar el aprendizaje mediante recompensas cuando se alcanzan metas, consideró la doctora Eurídice Cabañes.
La vicepresidenta de ARSGAMES –organización internacional sin fines de lucro promotora de proyectos culturales relacionados con videojuegos -planteó la conveniencia de introducir estos conocimientos en el aula, con los objetivos de propiciar el pensamiento crítico y generar tecnologías para resolver situaciones específicas.
En conferencia, la especialista también señaló que este tipo de dispositivos electrónicos educa y transmite valores.
“Por ejemplo, cuando presenta que 90% de los enemigos está personificado por terroristas que viven en Afganistán o en otro país árabe, se están legitimando valores y prácticas políticas, por lo que podemos emplear su propia narrativa e introducirla para trabajar una temática concreta en la educación; también es conveniente incorporar elementos lúdicos para enriquecer los procesos didácticos”.
La educación tecnológica y el juego deben incentivar la generación de opciones nuevas y “si pretendemos autonomía y soberanía tecnológica esos principios deben aplicarse en un aprendizaje que otorgue responsabilidad al alumno sobre su proceso educativo”, afirmó la profesora de la Universidad Isabel I de Castilla.
En la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) detalló que este tipo de metodologías se pueden elaborar y utilizar en la educación formal, pero no significan una receta aplicable en todas las escuelas; por el contrario, es un sistema adaptable a distintos contextos donde al alumnado es el centro del aprendizaje y se le permite jugar libremente y de paso aprender con una perspectiva diferente.
Aunado a que, existe una brecha digital que limita el acceso a la red, ya que si bien hay personas que ingresan a través de su teléfono inteligente también existe un sector de la población sin acceso al uso de estos recursos.
”Transitamos de un espacio público a uno concentrado en plataformas que pertenecen principalmente a Facebook, Google o Amazon, empresas que buscan sus beneficios y no piensan en el bienestar social, con lo que la ciudadanía está cada vez más privatizada y la democracia se está terminando: hemos llegado al punto de que nuestros datos personales en la red son usados por las empresas para orientar nuestras preferencias y vulnerabilidades”.