El diputado local Alberto Martinez Urincho propuso elevar a rango constitucional el derecho a una menstruación digna.
El legislador presentó una iniciativa para modificar el Artículo 6, Apartado F de la Constitución capitalina para que toda persona, según su estado, tenga derecho a la salud e higiene menstrual, de manera informada y en condiciones de dignidad, disponibilidad, accesibilidad y no discriminación.
De igual forma, se precisa que las autoridades educativas y de salud de la CDMX establezcan políticas públicas para la difusión pública de información científica, y con perspectiva de género, referentes a la salud asociada a la higiene y gestión menstrual.
“En las escuelas públicas o en los centros laborales adscritos al sector público, las autoridades en materia de educación, laboral y de salud, de manera coordinada, distribuirán, proveerán, dispondrán y otorgarán de manera gratuita productos para la gestión menstrual a las personas que así lo requieran. Las personas que pertenezcan a los grupos de atención prioritaria o se encuentren en situación de vulnerabilidad gozarán de los derechos, prerrogativas, beneficios y gratuidad en materia de gestión menstrual que previene esta Constitución”, señala la iniciativa turnada a comisiones.
Menstruación digna es un derecho humano
En su exposición de motivos el legislador recalca que la menstruación digna forma parte de los derechos humanos de las mujeres, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Sostuvo que una mujer menstrúa dos mil 535 días de su vida aproximadamente, que equivalente a siete años seguidos.
“Más de 43 millones de mujeres, niñas y adolescentes, entre 15 y 50 años tienen la regla en México, según datos oficiales, y cuatro de cada 10 viven en una situación de pobreza multidimensional. Para ellas tener la regla cada mes representa un obstáculo que acrecienta las desigualdades con sus pares varones. En el caso de las más jóvenes, esta desigualdad se traduce en absentismo escolar ante la imposibilidad de conseguir toallas, tampones y otros artículos”, remarcó Martinez Urincho.
Un estudio de la Unicef señala que las trabas para acceder a una menstruación digna se cruzan con otras carencias, pues sólo un 62% de los planteles educativos en México dispone de agua todos los días de la semana, el 19% carece de inodoros suficientes para los estudiantes y el 58% no cuenta con agua potable. Sumado a esto, sólo el 40% de los baños escolares cuenta con condiciones adecuadas de limpieza y seguridad. Ante esto, el legislador expuso que es necesario garantizar el derecho a una menstruación digna.