Ante el regreso a la nueva normalidad, es importante validar nuestras emociones y no sentirnos mal por tener sentimientos que regularmente se caracterizan como negativos, sino tratar de entender que éstos responden a situaciones que el cuerpo considera importantes, explicó Ana Paola Sáenz, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana.
La académica consideró importante reconocer que tanto el miedo de salir a la nueva normalidad como la culpa son emociones importantes para las personas en estos momentos de pandemia, porque hablan de valores importantes que se buscan resguardar.
Es decir, el miedo busca proteger la salud, mientras que la culpa, aunque es una emoción considerada negativa, habla de que nos hubiera gustado ayudar de otra manera durante la contingencia o tener una postura más colaborativa que no se pudo por las circunstancias.
En ese sentido, señaló que puede presentarse “la culpa del sobreviviente” es decir, la situación de sentir culpa por saber que personas enfermaron, murieron o que por sus condiciones socioeconómicas o de vida no pudieron mantener la cuarentena. Es parte del shock al darnos cuenta de que las cosas cambiaron.
En este sentido, comentó que es importante mentalizarnos sobre cómo seguiremos cuidándonos, es decir, antes de poner un pie fuera, saber cuáles son los cuidados que necesitamos incorporar de acuerdo a lo que indican las autoridades y a nuestras medidas personales. Incluso, pensar cómo vamos a interactuar con otras personas.
También recomendó hacer uso de la red comunitaria, esto es, hablar con familia y amigos sobre las preocupaciones que sentimos al salir a nuestros entornos cotidianos, para que juntos hagan resonar estrategias de solución a manera de desahogo y para compartir experiencias.
Recomendó también planificar las actividades, o sea, tomar con calma el regreso pensando en que habrá espacios que no queramos visitar, por lo cual, sería bueno seleccionar los lugares por los que queremos transitar.
“Habrá personas que tengan miedo de ir a reuniones, de ir a sus espacios de trabajo o escolares, por lo cual es importante mandar el mensaje de que ese miedo es normal. Es necesario incorporar nuevas actividades poco a poco, no sólo para mantener el cuidado sino para no sentirnos responsable o culpables por tener ese sentimiento”, explicó Sáenz.
Finalmente, destacó que lo valioso de incorporarse a la vida cotidiana tienen que ver con la importancia de que los negocios vuelvan a abrir, a caminar en los parques -con las distancias necesarias-, así como activar la vida laboral y escolar esencial “porque en toda esta cotidianidad está la vida, el desarrollo de nuestros sueños y metas”.