“Los últimos dos años en pandemia han implicado una enajenación absoluta de la sociedad en las redes sociales. El metaverso de Mark Zuckemberg, plantea una realidad sin límites y corporalidad”. Los sueños neofascistas de superar lo humano son un serio problema en esta era digital, afirmó John Ackerman durante la presentación del número cuatro del periódico ¡GOOOYA!
Los jóvenes “sufren, gozan, interpelaran e interactúan más que nadie y viven el impacto de las redes sociales”, por ello, este número de la revista contiene un artículo denominado ‘¿Malditas o benditas redes sociales?, ¿podemos vivir sin ellas?’
Al respecto, Julio Astillero, resaltó cómo las redes sociales son “la realidad de un mundo cambiante”.
Por un lado “han reducido notablemente el monopolio que ejercían los medios convencionales para ser el enlace entre el lector y los hechos”; y, por el contrario, también se han convertido “en el ring de posturas ideológicas y políticas manipuladas desde distintos poderes. Las granjas de bots, los trolls, las cuentas falsas y la inducción de falsas percepciones son algunos de los riesgos en redes sociales”.
Lo real y lo virtual están imbricados
A su vez, Karla Motte enfatizó cómo actualmente “habitamos una simbiosis donde lo real y lo virtual están totalmente imbricados”, por ello, es tan pertinente reflexionar sobre la ambivalencia de lo negativo y lo positivo que existe en la “vida virtual”.
En ¡GOOOYA! se observan “textos frescos, reflexivos y con tono crítico”, que ponen sobre la mesa esta ambivalencia, con temas como discriminación, viralidad e infodemia, en contraste, la creación de comunidades y la libertad de expresión, son aspectos positivos de esta era digital”.
Sin embargo, sin importar lo malditas o benditas que las redes puedan resultar, sin duda, “somos parte de una avalancha informativa que se vuelve la memoria histórica del momento, por ello es importante generar conciencia sobre el uso que le damos y lo que deseamos legar al futuro”, concluyó.