Las características en los lunares pueden ser un factor importante en la salud ya que pueden ser benignos o en algunos casos tumores maligno.
De acuerdo con una publicación en la revista “Muy Interesante”, cada persona tiene una condición genética que define los lunares que tendrá en el cuerpo y pueden irse desarrollando dentro de los primeros años de vida.
Los lunares benignos suelen ser de color café no muy oscuro y de un tamaño aproximado de seis milímetros, los cuales se tienen desde la infancia y su crecimiento es muy lento.En algunas ocasiones son un poco más grandes y con un pelo, pero tampoco representan un riesgo.
En cambio, los tumores malignos son planos y cambian muy rápido, suelen ser mucho más grandes y pueden llegar a tener hasta tres colores distintos (café muy oscuro, café claro y un tono rojizo).
¿Cómo saber si un lunar es peligroso?
Para determinar si el lunar es peligroso, se deben tomar en cuenta cuatro aspectos: la asimetría, es decir que lunar debe tener la misma forma, si tiene irregularidades es necesario revisarlo; los bordes, que son indicios de que puede ser maligno si son irregulares.
Así como el color, que sea uniforme ya que varias tonalidades en un lunar indican que puede ser peligroso, y el diámetro, ya que el tamaño no debe rebasar los seis milímetros y si registra un crecimiento acelerado.
En caso de presentar alguna irregularidad se recomienda acudir con el médico o dermatólogo para definir si el lunar representa un riesgo para la salud.
En México existen lesiones que son importantes considerar como los melanomas, que aparecen como manchas oscuras en las plantas de los pies y las palmas de las manos, y que se llegan a confundir con lunares.
Existen otros lunares que son poco frecuentes y desconocidos, como aquellos que aparecen en las uñas como franjas oscuras, generalmente se presentan en una uña y comienzan a crecer y a oscurecerse; sí esto sucede se recomienda asistir con un especialista.