La combustión de las hojas de tabaco que están finamente picadas en los cigarrillos produce aproximadamente siete mil sustancias químicas. De ellas, cerca de 250 tienen altos índices de toxicidad para el ser humano; mientras que de 60 a 70 son potentes carcinógenos, afirmó la coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Guadalupe Ponciano.
La fundadora y titular de la Clínica contra el Tabaquismo de la FM, iniciativa con 24 años de brindar atención clínica y psicológica a quienes quieren dejar de fumar, comentó que pese a las sorprendentes cifras de daño, las personas siguen con esta práctica porque es una adicción.
“Se trata de una enfermedad que requiere atención integral, clínica y psicológica, pues la nicotina del tabaco es más adictiva que la cocaína y la heroína, por lo que muchas veces su atención supera la voluntad del fumador y necesita atención profesional”, argumentó.
En ocasión del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra el 31 de mayo por acuerdo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la especialista universitaria subrayó que cada año mueren en el mundo ocho millones de personas por fumar; mientras que en México más de 170 fallecen diario por enfermedades asociadas al tabaquismo.
“Es una adicción, una enfermedad en donde la nicotina, que es uno de los principales componentes de estas siete mil sustancias que hay en el tabaco, al llegar al sistema nervioso central produce una serie de alteraciones e inunda al cerebro, donde interactúa con unos receptores que se encuentran en el área de recompensa y producen un neurotransmisor llamado dopamina, asociado con la sensación de bienestar y placer”, explicó.
Este efecto es fuerte y es la forma en que las personas se quedan atrapadas, porque quieren repetirla y cada vez que fuman lo hacen. El humo del tabaco es altamente tóxico y afecta, incluso, a los llamados “fumadores pasivos” (quienes están junto a un fumador). “No tenemos una cultura del autocuidado y hay 11 millones de personas en México que aún se exponen al humo del cigarro en casa”, recuerda Ponciano Rodríguez.
“Fumar produce cánceres de tráquea, bronquios y pulmón (de cada 10 casos de estos tipos de cáncer ocho se asocian al consumo de tabaco); enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); y enfermedades cardio y cerebrovasculares como infarto al miocardio y embolias, padecimientos que también están matando a los fumadores”, resaltó.
La UNAM ofrece alternativas para dejar de fumar
A partir del 31 de mayo de 2000, Ponciano Rodríguez encabeza en la FM la Clínica contra el Tabaquismo, donde se atiende a la sociedad en general, no únicamente a la comunidad universitaria, que quiera dejar de fumar.
Cada año en México hay 60 mil muertes por enfermedades asociadas al tabaquismo, las cuales se podrían prevenir. Nuestro esfuerzo está enfocado a ofrecer asesoría integral, informa la universitaria.
En la Clínica se ofrecen dos tipos de atención: la farmacológica -para la cual se realizan previamente entrevistas y cuestionarios, a fin de determinar si lo necesita-, que ofrece una terapia de reemplazo de nicotina con medicamentos; y la terapia cognitivo-conductual permite que la persona poco a poco se dé cuenta de las distorsiones cognitivas, como creer que el tabaco resuelve problemas, que lo hace verse mejor o le da personalidad. A través de técnicas de esta terapia las apoyamos para que vayan cambiando estas creencias y puedan dejar esa práctica, precisa.