El plomo es una sustancia considerada como tóxica la cual se va acumulando en el organismo causando afectaciones a algunos sistemas del organismo con efectos dañinos especialmente en los menores.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta 2015 más de 492 mil 550 personas han perdieron la vida a causa de la exposición a este material además de perder 9.3 millones de años de vida productiva en función de las discapacidades provocadas.
Siendo los pequeños del hogar son los más vulnerables a dichos efectos tóxicos de este material y puede traerles consecuencias graves, así como permanentes en su salud principalmente afectando el desarrollo del sistema nervioso y cerebro.
Plomo un enemigo natural
El plomo es un metal tóxico que encontramos de forma natural en la corteza terrestre; su uso se ha generalizado tanto que ha causado gran contaminación del medio ambiente y un alto nivel de exposición humana lo que provoca grandes afectaciones a la salud publica en diferentes partes del mundo.
Este material es utilizado en la fabricación de diversos productos como: baterías , vidrio, pinturas, pigmentos, material para soldar, esmaltes cerámicos, artículos de joyería, juguetes, cosméticos, así como en algunos medicamentos tradicionales entre otros productos.
Incluso el agua potable que se canaliza a través de tubos de plomo o con soldadura hecha a base de este material tiene cierto porcentaje de este elemento.
El sector más vulnerable ante este elemento son los niños ya que pueden llegar a absorber alrededor de 4 o 5 veces más cantidad de plomo que los adultos, además de que su curiosidad combinada con su edad provoca que se lleven todo a la boca y en ocasiones incluso a chupar y tragar diferentes objetos de los cuales se corre el riesgo que contengan plomo.
Sin embargo, los daños también se hacen presentes en adultos causándoles lesiones renales, así como hipertensión arterial.
Otro sector de la población que se ve severamente afectado por el plomo son las embarazadas ya que al estar en constante exposición a altas concentraciones de plomo puede provocar un aborto natural, parto prematuro, malformaciones al feto o en el mejor de los casos bajo peso al nacer.
En ciertas ocasiones la exposición a esta sustancia es de manera inconsciente por lo que no la podemos evitar.
¿Cómo sé que estoy expuesto al plomo?
Las principales formas de estar en contacto con el plomo son: a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados, la inhalación de partículas de plomo generadas debido a la combustión de materiales que contienen este metal, el uso de cosméticos o la ingesta de medicamentos.
La contaminación de la tierra y polvo gracias a la falta de reciclaje de baterías es tan grande que en Senegal y Nigeria la exposición a estos ha provocado intoxicaciones masivas en niños y cobrar numerosas vidas.
Los niños que tienen desnutrición son aún más vulnerables debido a que sus órganos absorben mayores cantidades de este metal a falta de otros nutrientes como el calcio.
Lo anterior debido a que ya dentro del cuerpo este metal se va distribuyendo hasta alcanzar el cerebro, hígado, riñones, huesos y dientes en donde con el tiempo se acumula.
Medidas de prevención
Por todo lo anterior la OMS recomienda: lavarse las manos antes de comer; instalar un filtro de agua efectivo o comenzar a usar agua embotellada para beber y cocinar; mantener la casa libre de polvo; limpiar con una toalla humedecida con jugo de limón o vinagre los envases de vinos importados que tengan envoltura de papel aluminio con plomo y, finalmente evitar productos enlatados provenientes de países en donde aún se utilice soldadura de plomo para sellarlos.