Es imposible pensar una vida sin virus, pues más de 90% de estos son bacteriófagos, es decir, se alimentan de bacterias y matan hasta 50% de ellas.
Así lo afirmó Rodrigo Medellín Legorreta, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM quien recalcó que nescesitamos de los virus.
“Si de la noche a la mañana perdemos a todos los virus del mundo, en una semana las bacterias nos comerían vivos a todos”,
El microbioma que nos habita es un ecosistema balanceado y necesitamos de todos sus elementos.
Detalló que el SARS-CoV-2 forma parte de la familia de los Coronavirus, de los cuales se conocen 300 o 400 especie.
Sin embargo, dijo podrían ser cinco mil, siete mil o más; aunque la mayoría son inofensivas,
Sólo siete causan malestar y tres provocan daños serios: síndrome respiratorio agudo grave, SARS; síndrome respiratorio de Medio Oriente, MERS; y el que se presenta actualmente.
“Los tres han querido colgárselos a los murciélagos y no han podido”.
Medellín Legorreta destacó que las pandemias se deben a una combinación de degradación de ecosistemas, comercio y consumo ilegal y no sustentable de carne de monte.
Además de malas prácticas de producción animal. En sentido estricto, si queremos encontrar al culpable de la emergencia sanitaria hay que mirarse en un espejo.
«Todos los seres humanos somos responsables», afirmó.
El científico universitario aseguró que las acciones de cada quien tienen impacto y representan la única oportunidad para reducir las probabilidades de que la siguiente pandemia.
Entre ellas, recalcó, evitar el consumo de animales silvestres; reducir la ingesta de carne cuya producción genera gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático, y propiciar que ésta sea sustentable y respetuosa de los derechos animales; así como contar con información de dónde vienen los alimentos y consumir productos locales.
Importante papel en la naturaleza
El científico sostuvo que no hay evidencia demostrada de que el SARS-CoV-2 brincó de los murciélagos a los humanos.
Más de 170 millones de personas han sido infectadas con ese virus por un humano y tal vez sólo uno, el primero, lo contrajo de algún animal de una especie aún desconocida.
“Es muy importante seguir investigando y que las autoridades chinas cooperen y abran sus registros para que verdaderamente podamos entender su origen”, aseveró Medellín Legorreta.
El experto explicó que los murciélagos conforman el segundo grupo de mamíferos más diverso, taxonómicamente hablando, y los de mayor diversidad en los rubros morfológico y ecológico.
Esos animales son dispersores de semillas y los más importantes regeneradores de selvas tropicales del mundo.