Presencia de labios con tonalidad azul, falta de aire al caminar, dolor en el pecho, mareos y desmayos son síntomas que caracterizan a la hipertensión pulmonar (HP), padecimiento que afecta a casi cinco mil personas en México.
Aunque puede ser resultado de coágulos sanguíneos en el pulmón, enfermedades congénitas del corazón o propias de los pulmones, también se asocia a esclerosis sistémica, lupus, VIH-sida o el uso de medicamentos para bajar de peso.
Esta condición afecta a personas de todas las edades, incluso a los niños, sin distinción de raza o clases sociales. Sin embargo, es dos veces más común en mujeres y se presenta con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años.
En tanto, en países de Europa y Estados Unidos el padecimiento se diagnostica después de los 60 años, comparte Luis Bojórquez, cardiólogo ecocardiografista del Hospital Ángeles del Pedregal.
El especialista describe que se trata de una enfermedad grave, rara y progresiva del sistema cardiovascular, que causa vasoconstricción de las arterias pulmonares, poniendo resistencia en el lado derecho del corazón.
Tipos de hipertensión pulmonar (HP)
Explicó que la enfermedad se clasifica en cinco grupos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS): Hipertensión Arterial Pulmonar, HP asociada a enfermedad del ventrículo izquierdo, HP asociada a enfermedad pulmonar o hipoxia, HP tromboembólica crónica, y HP de mecanismos poco claros o multifuncionales.
“El impacto que tiene esta enfermedad en la calidad y esperanza de vida del paciente es importante. Los registros internacionales indican que los pacientes con HP tromboembólica crónica sobreviven 2.8 años sin tratamiento desde el diagnóstico; y en el caso de los que presentan Hipertensión Arterial Pulmonar la esperanza de vida es mayor de 6.8 años de vida sin tratamiento”, detalló Luis Bojórquez.
El cardiólogo comparte que a la HP se le llega a confundir con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), asma o bronquitis crónica. El proceso del diagnóstico llega a tardar hasta dos años: 90 por ciento de los casos presentarán falta de aire.
Muchas veces el hallazgo es incidental. La primera parte del estudio requiere de un ecocardiograma y al existir sospecha se realiza un cateterismo derecho para medir la presión pulmonar, la cual no debe superar los 22 mm Hg, de lo contrario genera insuficiencia cardiaca y muerte temprana.
De los cinco subtipos de HP, la tromboembólica crónica tiene un abordaje diferente, al ser potencialmente curable a través de cirugía (endarterectomía pulmonar) y en caso de que no sea candidato al procedimiento quirúrgico existe terapia farmacológica específica.
“Nos falta mucho por conocer. Por eso es importante la existencia del Registro Mexicano de Hipertensión Pulmonar. En México trabajamos en tres rubros; uno es emitir el Consenso para el Tratamiento de Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica, que es la base que orientará al grupo médico del país y ofrecerá información sobre las principales características y estrategias diagnósticas para tratar esta enfermedad”, comentó María Guadalupe Espitia, neumóloga adscrita al Hospital Regional del ISSSTE 1 de Octubre.
Añadió que además se trabaja en la creación de una Norma Oficial Mexicana (NOM) para el diagnóstico, tratamiento y referencia de los pacientes con esta enfermedad, con las cámaras de Diputados y de Senadores, así como con funcionarios de la Secretaría de Salud.
México es el primer país de América Latina en tener una política sobre el abordaje y cuidados de pacientes con esta enfermedad y el primer paso es el Registro Mexicano de Hipertensión Pulmonar (Remehip).