Los fumadores tienen más riesgo de adquirir el COVID-19 y también tienen un mal pronóstico en caso de contraer el virus, pues sus pulmones están previamente afectados y su sistema inmune debilitado, alertó Guadalupe Ponciano Rodríguez, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM.
“Por la magnitud de la prevalencia del tabaquismo y del virus estamos ante las dos grandes pandemias del siglo XXI y ante dos graves problemas de salud pública que tienen un impacto importante en la población”, afirmó.
La especialista señaló que fumar es una adicción y hay toda la información científica que sustenta que la nicotina es una droga legal que actúa a nivel del sistema nervioso central, en donde provoca una serie de alteraciones muy importantes asociadas al funcionamiento y a la estructura del mismo.
Detalló que en el mundo existen mil 100 millones de consumidores de tabaco, y se registraron ocho millones de casos de COVID-19 en los primeros siete meses desde que surgió el Coronavirus. “Lo más delicado es que ambas se correlacionan”.
La experta participó en el programa “La UNAM responde”, de TV UNAM, en el que dejó en claro que el tabaquismo es una enfermedad y un factor de riesgo para adquirir otras enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la principal causa de discapacidad y muerte prematura.
Además causa enfermedades respiratorias agudas como neumonía, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y reducción de la función pulmonar. Es precursor de padecimientos cardiovasculares: infarto, cardiopatía, aneurisma de aorta abdominal, ateroesclerosis e inflamación crónica, entre otras.
Fumadores en riesgo de otras enfermedades
Guadalupe Ponciano añadió que fumar está asociado, por ejemplo, al cáncer de boca, garganta, faringe, esófago, pulmón, riñón, vejiga, páncreas y estómago.
“Cada año mueren ocho millones de personas como consecuencia de las múltiples enfermedades ocasionadas por el tabaquismo. Además, mueren 1.2 millones de personas expuestas al humo de tabaco ajeno, los llamados fumadores involuntarios”, destacó.
La especialista explicó que el tabaco tiene siete mil sustancias químicas, de las cuales 250 son nocivas y 70 son carcinógenas. “El humo del tabaco tiene elementos radiactivos, sustancias venenosas, monóxido de carbono y nicotina, que crea adicción”.
Enfatizó que fumadores, sobre todo crónicos, requieren de un manejo médico con mayor cuidado porque son personas en riesgo. Lo anterior porque su aparato respiratorio no responde igual que el de quien nunca ha fumado.
“En ellos la letalidad es mucho mayor que en no fumadores, pues el virus tiene la capacidad de ser muy agresivo. Además muchos tienen ya enfermedades respiratorias como EPOC o enfisema pulmonar”, finalizó.