Las mujeres con enfermedades reumáticas pueden tener hijos como cualquier mujer sana, aunque es necesario planificar el embarazo con el reumatólogo.
Asimismo, contar con un equipo multidisciplinario que sepa abordar de forma adecuada las posibles complicaciones que puedan presentarse.
Consejos para poder llevar un embarazo cuidado
Planifica el embarazo: la adecuada planificación del embarazo en la mujer con enfermedad reumática es imprescindible para conseguir un embarazo exitoso.
Desde el momento de su diagnóstico las mujeres en edad fértil deben recibir información sobre el manejo de su enfermedad en esta etapa.
Ademas, recibir adecuado consejo sobre anticonceptivos para aquellas que no desean el embarazo.
Es importante tener controlada la enfermedad al menos de 3 a 6 meses antes del embarazo.
Incluso 12 meses en pacientes que sufrieron brotes graves de algunas enfermedades como, por ejemplo, el lupus.
Cuando una mujer con una enfermedad reumática y especialmente en enfermedades autoinmunes sistémicas como el lupus, el síndrome de Sjögren o la esclerodermia, se queda embarazada se debe remitir a una Unidad de Embarazo de Alto Riesgo, o en su defecto, mantener un contacto estrecho entre reumatólogos y obstetras, para un control riguroso del embarazo.
No hay que renunciar a la lactancia: el objetivo es conseguir una lactancia natural si así lo desea la mujer.
Lo anterior, siempre y cuando la enfermedad este controlada.