¿Conoces el irrigador bucal? Aunque la mayoría de las personas se cepilla los dientes regularmente, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), nueve de cada 10 mexicanos presentan caries o alguna enfermedad en las encías.
Esta son la principal causa del mal aliento y complicaciones que, en su mayoría, pueden revertirse con buenos hábitos de higiene bucodental.
El cepillado de dientes es el primer paso para tener una boca sana, sin embargo, este puede complementarse con el uso de un irrigador bucal.
¿Cómo funciona el irrigador bucal?
El gran acierto de los irrigadores bucales es que llegan hasta donde las cerdas del cepillo y el hilo dental no tienen acceso y su uso es más fácil de lo que parece.
Antes de utilizarlo se debe realizar un cepillado en dientes, mejillas y lengua de manera habitual, posteriormente seleccionar y colocar el cabezal que se requiera utilizar, por último, apuntar el irrigador entre los dientes y a lo largo de la línea de las encías. Este procedimiento sólo tomará 60 segundos.
Un irrigador bucal no solo ayuda a prevenir enfermedades dentales, también es el instrumento ideal para tener una sonrisa sana y limpia.
Además de ser un gran aliado para aquellos con tratamientos de ortodoncia, prótesis dentales y trabajos como coronas, puentes y carillas.
Los irrigadores bucales han demostrado tener beneficios significativos para la salud bucal, siendo un 50% más eficaces que el hilo dental, el aire presurizado y los cepillos interdentales y eliminando el 99.9% de la placa dental en las zonas tratadas satisfaciendo las necesidades dentales desde la comodidad del hogar.
Una opción de irrigador dental es el de Waterpik, el cual cumple 60 años en el mercado siendo la marca número uno en su categoría.