La depresión es una enfermedad mental que todo ser humano puede padecer, algunas veces se sufre sin darse cuenta, y por lo tanto, sin buscar ayuda. La depresión puede llevar al aislamiento, desespéración, problemas de autoestima y en muchos de los caso puede llevar a la muerte.
En entrevista y de acuerdo con el doctor Jesús Perez García ,psiquiatra infanto-juvenil, 8.6% de los adolescentes mexicanos, jóvenes entre 11 y 18 años, tiene depresión. Las principales causas son problemas familiares o escolares; factores genéticos y/o eventos traumáticos.
La depresión constituye uno de los trastornos psiquiátricos más comunes y es unos de los problemas médicos más frecuentes.
Algunos de los síntomas son: cansancio, dificultad de concentración, desprecio a si mismo, tristeza, pensamientos de muerte o suicidio, alteraciones del sueño, abuso de alcohol y drogas son elementos a considerar cuando dos o más de estos síntomas se presentan de forma permanente en la juventud.
¿Cuáles son las señales de alerta?
Perez García destacó que las señales que deben alertar a los padres y amigos sobre una posible depresión en adolescentes se pueden reflejar en la forma en que se relaciona con su entorno, pues puede verse a un joven inseguro y antisocial.
“El deterioro de las relaciones con los familiares, amigos y compañeros, el descenso del rendimiento académico o profesional, cambios alimenticios, dolores corporales, el absentismo escolar injustificado, el consumo de sustancias y otras conductas anormales pueden ponernos sobre la pista de que el adolescente este cursando un cuadro depresivo”, señaló el especialista.
El especialista Perez García – con 23 años de experiencia laboral – señaló que los síntomas de una depresión pueden ser confusos en esta etapa del desarrollo, pero se caracterizan por estados de animo fluctuantes, en ocasiones, de tristeza, ansiedad, infelicidad, afecto deprimido, desesperanza, culpa retardo psicomotor, ganas de permanecer todo el día en casa y/o cama, cansancio, falta de apetito y trastornos en el sueño.
«Estos síntomas, ocasionan un bajo rendimiento en las actividades del individuo, tanto en las escolares como en las de diversión, afectando directamente sus relaciones interpersonales y su perspectiva de la vida”.
El también, medico del hospital clínico fundación de sal El teniente (FUSAT) resaltó que esta enfermedad se puede solucionar con terapias grupales e individuales, incluso hasta con actividades recreativas o manualidades como; pintar al óleo, cerámica etcétera.
«El hacer deporte también ayuda, conocer nueva gente y tomar platicas de autoestima y optimismo».
Al descubrir o sospechar de este padecimiento, es importante acudir con un psicólogo y este experto ayudará escuchando el pensar y sentir del paciente, asimismo analizará todo su pasado para poder encontrar una posible solución al problema.
De ser necesario necesario, él canalizará al paciente con un psiquiatra, donde se analizará al paciente y, ambos especialistas, llegar al mejor tratamiento posible.