La pérdida de una mascota es un acontecimiento que puede generar un profundo impacto emocional, especialmente en los niños. Ante esto, es fundamental abordar su partida de manera adecuada para ayudarlos a superar este proceso.
“Cuando alguno de nuestros animales de compañía parte, es esencial darles un adiós significativo en el cual participen los niños. La experiencia del último viaje brinda la oportunidad de canalizar las emociones a través de la carta del corazón, con mensajes o dibujos dedicados a al compañero de aventuras”, comentó Manuel Ramírez, director de Bye Bye Friend.
Para los pequeños, el fallecimiento de una mascota es la primera experiencia cercana con la muerte, lo que puede generar sentimientos confusos de tristeza y ansiedad. El proceso del duelo se vive de diferente manera, de acuerdo con su edad y madurez emocional.

¿Cómo ayudarlos?
Algunas recomendaciones para apoyarlos en el proceso de duelo son:
- Escuchar sus preguntas en torno a la muerte y responder de manera sincera es la clave para ayudarlos
- Darles confianza para expresar sus emociones, a través de charlas, dibujos o notas
- Apoyarlos para que sean parte del proceso, lo que les generará un sentimiento de tranquilidad al saber que hicieron lo mejor posible para que su compañero de aventuras estuviera bien en ese último momento.
Estos son aspectos que consideró Bye Bye Friend para desarrollar, de la mano de tanatólogos, la experiencia para despedir de manera digna y llena de amor a ese gran amigo.
Aunque el duelo ante la pérdida de una mascota puede ser desafiante para los niños, el abordarlo de la mejor manera es fundamental para su desarrollo emocional. “De ahí que una despedida respetuosa para sus compañeros de aventuras sea una enseñanza de solidaridad y amor”.
Además, los expertos recomiendan:
- Mantener la rutina lo más normal posible
- Reforzar el acompañamiento familiar
- Tratar el duelo de manera abierta y comprensiva.
Abordar esta situación, permite a los pequeños aprender a manejar la frustración y tristeza. Fortaleciendo su capacidad para enfrentar pérdidas futuras.
Sin duda, la huella que dejan las mascotas en el corazón de los niños es para siempre. Nuestra responsabilidad es brindarles las herramientas necesarias para que canalicen de manera positiva sus emociones.
