Las panaderías, tiendas y restaurantes de la CDMX estarían obligadas a colocar información o imágenes de advertencia en donde se muestren los efectos nocivos a la salud que provoca el consumo de comida chatarra y bebidas azucaradas, algo parecido al etiquetado frontal.
Lo anterior forma parte de una iniciativa para modificar las leyes de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, Salud y Educación de la CDMX, presentada por las diputadas Paula Soto y Valentina Batres, las cuales tienen la finalidad de combatir el sobrepeso y la obesidad.
Estos pictogramas o imágenes de advertencia serían elaborados por la Secretaría de Salud local (Sedesa) y estarían dirigidos a las y los menores y a sus madres, padres o tutores.
De igual forma, estas reformas proponen que en los restaurantes y hoteles se prohiba la venta de bebidas azucaradas o procesadas a menores de edad, aunque vayan en compañía de sus padres o tutores.
Asimismo, la Sedesa estaría facultada para identificar a los menores con sobrepeso u obesidad en las escuelas para orientar a las madres, padres o tutores respecto a la importancia de adoptar una dieta sana, nutritiva y balanceada, y acompañarla en todo momento de una actividad física integral.
“Asimismo, se pretende limitar el consumo de productos que contribuyen a la obesidad y al sobrepeso mediante la creación de menús infantiles sanos, nutritivos y balanceados, a los cuales los menores puedan acceder cuando se encuentran en momentos de convivencia familiar fuera de los entornos del hogar. De igual manera la presente iniciativa tiene el objetivo de crear plataformas de aprendizaje a fin de fomentar el desarrollo de huertos urbanos para que cualquier persona cuente con los medios necesarios para producir alimentos sanos y accesibles”, destacó Paula Soto.
Por último comentó que su quehacer legislativo no está al servicio de la industria de la comida chatarra, ni de los intereses económicos de unas cuantas empresas, “mucho menos de aquellas que atentan contra nuestra vida y la de nuestros seres queridos”.
La Cámara de Comercio, Servicio y Turismo en Pequeño de la CDMX (Canacope) precisó que prohobir la comida chatarra en la capital del país, tal y como ocurrió en Oaxaca, afectaría al 40% de los pequeños negocios, los cuales estarían en pleno proceso de recuperación tras el COVID-19.
“Las medidas prohibicionistas, no sólo perjudican a dueños y trabajadores de las denominadas tienditas de la esquina, sino a todos aquellos que participan en la cadena productiva de la industria agroalimentaria”, recalcó un análisis de Canacope.
Con información de Publimetro