El 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer con la finalidad de concientizar sobre esta enfermedad que afecta en especial a los adultos mayores, pero que en los últimos años se ha incrementado y presentado en población más joven.
“El Alzheimer es una de las enfermedades neurodegenerativas más comunes, en la que el paciente pierde paulatinamente la memoria y la capacidad de pensar e incluso de realizar las tareas más sencillas”, explicó Esmeralda Bastidas, experta en medicina regenerativa y CEO de Neoclinic.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula una cifra aproximada de 55 millones de personas a nivel global que viven con demencias, de las cuales el Alzheimer es la forma más común y puede representar entre un 60% y un 70% de los casos y afecta con mayor frecuencia a las personas mayores de 65 años.
En México un millón 300 mil personas padecen la enfermedad de Alzheimer; sin embargo, esta cifra podría ser mayor, ya que muchos casos no son diagnosticados debido a la falta de información.
“El problema es que esta enfermedad es altamente discapacitante y mortal, y cada vez vemos más pacientes que la padecen y se está presentando en población más joven”, agregó María del Mar Guerra, experta en medicina genómica y CEO de Meade.
Se estima que para el año 2050 la prevalencia de esta enfermedad se duplicará en Europa y se triplicará en todo el mundo.
Factores de riesgo pata contraer Alzheimer
El incremento y su aparición a menor edad, de acuerdo con la doctora Bastidas y Guerra, ambas expertas en biohacking, obedece a los propios factores de riesgo, entre los cuales mencionan el envejecimiento, el estilo de vida sedentario, dieta poco saludable, enfermedades crónicas y factores genéticos.
“Actualmente se sabe que existe un gen que influye en el riesgo de la enfermedad de Alzheimer es el gen de la apolipoproteína E (APOE) y hoy día ya es posible saber si está presente en nuestra genética para hacer los cambios de estilo necesarias para evitar que se manifieste”, explicó María del Mar Guerra.
El gen APOE está involucrado en la producción de una proteína que ayuda a transportar colesterol y otros tipos de grasa en el torrente sanguíneo. Los problemas en este proceso podrían contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Un estudio realizado por Academia Estadounidense de Neurología demostró que factores como la participación en clubes, grupos religiosos, deportes o actividades artísticas, el aprendizaje continuo y la lectura favorecen la reserva cognitiva del cerebro.
Entre otras razones es que la actividad física e intelectual favorece la estimulación de la coordinación física y de los dos hemisferios cerebrales, además de que se incrementa la producción de las llamadas hormonas de la felicidad (dopamina, serotonina y endorfinas), generando una sensación de bienestar y otorgándonos la energía necesaria para mantenernos vivaces y creativos.
¿Cómo cuidar nuestra salud cerebral?
Una alimentación rica en verduras, frutas, legumbres, pescado y baja en grasas saturadas y azúcares refinados beneficia al cerebro.
“Actualmente es posible saber qué alimentos son los ideales para cada persona, y si se tiene una predisposición genética a desarrollar Alzheimer se puede indicar una dieta personalizada y protectora”, indicó la doctora María del Mar Guerra.
Controla el estrés y duerme bien
El estrés crónico y la falta de sueño pueden perjudicar la salud cerebral. El estrés produce que nuestras neuronas se oxiden y la falta de sueño impide la reparación de estas durante el descanso, incrementando el deterioro.
“La meditación y las actividades de mindfulness son una herramienta muy importante, pero también existen y tecnologías que trabajan a nivel bioenergético que te apoyan para que gestiones mejor el estrés”, agregó Esmeralda Bastidas.