Con los recientes cambios de temperatura, las autoridades de salud y expertos médicos han advertido sobre un aumento en la probabilidad de contraer enfermedades respiratorias, incluido el COVID-19. En respuesta, se han reforzado las recomendaciones para proteger la salud de la población.
La nueva cepa de SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, ha encendido las alarmas por el número de brotes de la variante KP.3, ya que en Estados Unidos se han presentado numerosos casos, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Dicha variante representa aproximadamente el 33.1% de los casos de COVID-19 en todo el país norteamericano, según los CDC, cifras hasta el 1 de julio de 2024.
Los CDC informan que la KP.3 es similar a la variante JN.1 que se dispersó a nivel mundial durante 2023 y que hoy representa poco más de un cuarto de los casos en Estados Unidos. Al igual que las variantes que llegan a dominar sobre otras, el ascenso de KP.3 ha mostrado una tendencia al alza en las últimas semanas y se proyecta que tendrá un aumento repentino a mediados de agosto.
Las estimaciones indican que KP.3 está superando a la variante KP.2, que aumentó hasta el 22.5% de los casos y cuyo crecimiento se ha desacelerado. Hasta la fecha la variante KP.3 ha sido la causante del aumento del 23.3% de las visitas al servicio de urgencias por infecciones respiratorias, aunque las hospitalizaciones por este motivo han permanecido sin cambios.
Los casos hospitalarios por COVID-19 han abarcado un rango amplio de edades y se prevé que estén aumentando en por lo menos 30 estados del territorio estadounidense debido a su alta velocidad de contagio. KP.3 proviene de la conocida variante ómicron, por lo que los síntomas son muy parecidos a los previamente observados: Malestar físico, dolor de garganta, fiebre, tos, dolores musculares y articulares, pérdida del gusto y olfato, dificultad para respirar, cansancio y síntomas gastrointestinales.
Paulo Francisco Castañeda Méndez, jefe de infectología y epidemiología del hospital Médica Sur, subrayó la importancia de mantener las medidas de prevención básicas para evitar contagios.
“Con los recientes cambios de temperatura, es común ver un incremento en las enfermedades respiratorias. Es importante que la población continúe alerta ante cualquier información de las autoridades locales de nuestro país y vacunarse contra el Covid-19 si aún no lo ha hecho”, apuntó.
Recomendaciones
También recomendó a las personas que presenten síntomas compatibles con enfermedades respiratorias se realicen una prueba diagnóstica para confirmar si se trata de COVID-19 y se aíslen en caso de resultar positivo.
Otras recomendaciones incluyen: mantener una buena ventilación: Abrir ventanas y puertas para permitir la circulación de aire fresco en espacios cerrados; fortalecer el sistema inmunológico: Llevar una dieta balanceada rica en frutas y verduras, mantenerse bien hidratado y dormir lo suficiente; y reducir la exposición a grandes aglomeraciones de personas siempre que sea posible.
También se sugiere consultar al médico ante cualquier síntoma o duda, acudir a un profesional de salud para recibir orientación y tratamiento adecuado; y evitar la automedicación.
En México, de acuerdo con los datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral (SISVER), en lo que va de 2024 se han reportado 93 mil 382 casos sospechosos, de los cuales 7 mil 432 (8%) se han confirmado como positivos a COVID-19. El estado de Tabasco registra el 15% de los casos detectados, seguido por la CDMX con el 13.1% y Campeche con el 12.7%. Nayarit es el estado con menos casos, concentrando solo el 2% de los positivos a COVID-19.
Castañeda enfatiza que, aunque la situación actual en México está bajo control, es crucial no bajar la guardia y seguir todas las recomendaciones sanitarias para evitar un aumento en los contagios de COVID-19 y otras enfermedades respiratorias durante esta temporada.