Esténtor Político
En un sólo un día, el martes 11 de agosto, tres noticias fueron las de “impacto”. Una de ellas fue que por fin el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, “cantó” y mediante la Fiscalía General de la República (FGR) acusó al ex presidente Enrique Peña Nieto sobre actos de corrupción, también se fue contra Luis Videgaray, titular de la Secretaría de Hacienda en la administración peñista.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) debe estar contento pues es lo que ha estado buscando desde hace varias semanas, eso es, como dice él, algo que le vino como “anillo al dedo”; pero hay quienes aseguran que posiblemente algo se le va a complicar porque en el gobierno no son muy buenos para armar estrategias, ni políticas ni mediáticas.
Todo parece que la decisión fue dar un primer golpe fuerte, al menos en los medios, efecto que algo se logró en los titulares de hoy; sin embargo, lo que siga puede ser diferente debido a que el suspenso puede acabar muy rápido, al menos que el Gobierno Federal sí quiera llevar a la justicia a un ex mandatario mexicano; algo que sería inédito y que traería más problemas para AMLO, Morena y al país en general.
Sea cual sea el final de la película que, se intentará, dure hasta el 2021, Lozoya, según Alejandro Gertz, aportó pruebas con algunos recibos y ahora toca a la Fiscalía General investigar y determinar si son o no ciertas las acusaciones. Si fueran certeras, entonces se tendría que actuar contra el ex presidente y eso también podría dar dos lecturas: o AMLO se lanzará a dar un golpe político más fuerte contra Peña Nieto o ya se estaría cocinando un probable acuerdo. AMLO, como dijimos, va a querer alargar este proceso para irlo dosificando todos los días como distractor.
Casi al mismo tiempo de darse a conocer esa noticia también corrió la información de que habían asesinado a Luis Miranda Cardoso, padre de Luis Miranda Nava, éste último uno de los mejores amigos, pero sobre todo operadores de Enrique Peña Nieto; primero como subsecretario de Gobernación y luego como titular de la Secretaría de Desarrollo Social; entre Peña Nieto, Luis Miranda Nava y Alfredo del Mazo hay muchos lazos políticos, incluso familiares.
Pero lo extraño de la muerte de Luis Miranda (padre) es que casi de inmediato la Fiscalía mexiquense salió a decir que se debía a que entraron a robar a la casa donde vivía el señor, quien en algún momento fue presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México. La sorpresa para muchos políticos y periodistas es que él siempre andaba custodiado y resguardado por un grupo de escoltas, de los que nada se dice en el supuesto robo; sin duda, también es un caso que Alfredo del Mazo y el Gobierno Federal deben investigar a fondo para que no se enturbie más la política de nuestro país.
Y la noticia de que Rusia tiene la vacuna contra el Coronavirus parece que no le cayó muy bien a López Obrador porque la información nomás se quedó en Relaciones Exteriores desde donde se vio un poco de alegría porque, según autoridades de Rusia, nuestro país estaría en lista para adquirir esa vacuna una vez que se compruebe su efectividad. La expresión del gobierno mexicano nos dice que no es una buena noticia, pero aunque no la reciban con bombo y platillo, para los mexicanos esa podría ser la única salvación de evitar los contagios, curar a los enfermos y evitar más muertes.
La razón es que el Gobierno Federal morenista y AMLO siguen sin tomar acciones concretas y de apoyo a los mexicanos; no se les dan apoyos en alimentos, el número de desempleados cada vez es mayor y el número de contagios y muertos se sigue yendo a las nubes; incluso, se estima que al finalizar el 2020, podría haber entre 100 y 130 mil muertes por COVID-19. La distracción y la manipulación siguen siendo las armas predilectas del presidente mexicano. Por el momento, querido lector, es todo.