Esténtor Político
Es cuestión de días y semanas para que la cuarta ola de COVID-19 extienda sus tentáculos y genere más contagios y fallecimientos en la población mexicana. La Secretaría de Salud ha advertido, tras los eventos masivos generados por la celebración del Día de Muertos, que hay ‘pequeños indicios’ de una nueva oleada e invita a la población a respetar las medidas sanitarias. Esta dependencia federal, sin embargo, se limitó a difundir esta advertencia y no ha emprendido ninguna acción preventiva para evitar que el golpe epidémico sea mayor en las familias.
Es posible que después del periodo vacacional decembrino y de fin de año, el efecto de la nueva ola de COVID-19 sea más grande debido a las reuniones familiares y vecinales, a las que se sumará el ‘festejo’, el próximo 1 de diciembre, de los primeros tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La fiesta, por cierto, ya está programada por orden explícita de Palacio Nacional, minimizando la nueva tragedia, como ocurrió con las crisis sanitaria y económica, que han llevado al país hacia un desastre; ahora existe la preocupación ciudadana sobre si la segunda mitad de este sexenio será similar o peor.
Para nadie es novedad que el país permanece en el cuarto lugar mundial de muertes por COVID-19, solo detrás de Estados Unidos, Brasil e India; se ubica en el 15 lugar en número de contagios confirmados, según la Universidad Johns Hopkins. Y aunque es cierto que la vacunación redujo los decesos, también es verdad que solo cuatro de cada 10 personas han sido vacunadas con dos dosis, por lo que 70 millones de mexicanos siguen en riesgo de perder la vida.
La administración de AMLO no tiene logros qué presumir. En casi todos los ámbitos de la vida social hay retroceso. Por ejemplo, en inseguridad pública y violencia delictiva, basta con recordar los últimos hechos ocurridos en Zacatecas, donde aparecieron nueve hombres colgados de un puente; la cifra de los 156 mil homicidios dolosos en lo que va del sexenio, o los 542 mil 985 vehículos automotores robados en el transcurso de este gobierno, cuyo promedio de hurto diario es de 600 unidades.
En el tema de la salud, en referencia a lo descrito renglones arriba, hay que agregar otros datos que evidencian la gravedad de la crisis sanitaria: que las 350 mil pérdidas reconocidas por el gobierno ubican a México en el cuarto lugar mundial; que acumula más decesos que seis países con muchos más habitantes; que ocupa el tercer lugar en muertes por cada millón de habitantes, con dos mil 735 fallecidos y que ha contabilizado tres millones 863 mil 362 casos de COVID-19. El arribo de la cuarta ola pondrá a los mexicanos en una encrucijada fatal debido a que el gobierno no ha definido las medidas a implementar.
La desatención de los problemas de la violencia y la salud es la más visible; pero el análisis objetivo de otros rubros evidencia que la administración federal de AMLO resulta igual de inepta que las anteriores en el combate a la pobreza y la marginación; en la dirección de la economía nacional, que se halla estancada; en la falta de empleos; la poca atención que se brinda a la educación y la vivienda; la nula realización de obra pública en los municipios y en la construcción de infraestructura deportiva y cultural en prácticamente todas las entidades.
ElpPresidente llegó a la mitad del río y está a punto de ahogarse. México se cae a pedazos, sumergido en una crisis económica, sanitaria y social. Además, se ha visto forzado a realizar cambios en su primer círculo de colaboradores, como el de Santiago Nieto, quien en lugar de resolverle problemas, podría traerle más. En el trienio que finaliza ha sido evidente que la inmensa mayoría de los funcionarios públicos no tienen oficio político y cometen gravísimos errores en el ejercicio del poder. El más reciente de sus yerros fue dejar en el abandono total a la población pobre de México en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022.
La corrupción no se ha eliminado y solo se ubicó en un nuevo hogar. En el sexenio morenista, la violencia delictiva tiene aterrorizada a la población y la pobreza mantiene sin comer a millones de familias. Hoy tenemos un México convulso y al borde de un estallido social de grandes dimensiones del que los únicos responsables serán AMLO y su mal gobierno. El llamado a quitar a Morena del gobierno es oportuno: los mexicanos no deben votar por los políticos de este partido, ése es el castigo que merece. Por el momento, querido lector, es todo.