Lidia García Moreno es una humilde habitante de la alcaldía Tláhuac, de San Juan Mixquic. El dolor que como madre sufre en estos momentos, tras la pérdida de su hijo, nadie se lo podrá quitar; su impotencia y coraje porque ninguna autoridad, federal o de la Ciudad de México, hizo algo para evitar la tragedia del lunes 3 de mayo, donde se desplomó un tramo de la Línea 12 del Metro y que terminó con la vida de 25 personas y cerca de 100 heridos según cifras oficiales manejadas, hasta donde se permite ver, a modo por la Jefa de Gobierno de la capital. En ese lamentable hecho, Jesús Baños García, el hijo de doña Lidia le fue arrebatada la vida en cuestión de segundos.
Jesús García fue obrero de una fábrica de plásticos y ese día ya retornaba de su trabajo, labor de donde obtenía un sueldo para poder sobrevivir junto con algunos de sus familiares; él como miles de mexicanos tenía que salir desde temprana hora para ganarse la vida laborando día con día, hora con hora y segundo tras segundo. Al regreso, en el viaje de ese tren del Metro, sólo sintió cómo se desplomaban los vagones y sus ojos se le cerraron para siempre. Pronto, el resto de los gritos de auxilio de las demás personas que viajaban, comenzaron a confundirse y fueron secundados por decenas de personas que vieron el hecho y que de inmediato reaccionaron ante tanta desesperación; las ambulancias “tardaban siglos”, aunque ya las sirenas se escuchaban cerca, pero en pocos minutos ya había pérdidas humanas.
Los gritos de los que presenciaban el trágico hecho eran de rechazo a la autoridad federal y capitalina, López Obrador y Claudia Sheinbaum rápidamente fueron los nombres que emitían las voces de los citadinos, frases como: “Obrador no cumpliste, los pobres no son primero, Claudia Sheinbaum, ¿para eso querías gobernar, para matarnos porque no gobiernas bien?”. Tras la tragedia, el abandono gubernamental y la corrupción en la construcción de esa línea del Sistema de Transporte Colectivo Metro, se hacen presentes y la inconformidad social aumenta.
La línea 12 del Metro inició su construcción hace ya casi 13 años, en un julio de 2008, y se inauguró el 30 de octubre del 2012; la primera anomalía fue que se entregó 10 meses después de la fecha que se había pactado en el contrato de la obra. Las empresas encargadas de su realización fueron ICA-Carso-Alstom, las cuales obtuvieron el contrato para la realización de la obra civil; hoy se sabe son las mismas que hacen la refinería de Dos Bocas y el Nuevo Aeropuerto. Oh, ¡’Válame Dios’!
Mario Delgado, hoy líder nacional de Morena, pero que en esos años, de 2006 a 2012 cuando Marcelo Ebrard era jefe de gobierno del aún Distrito Federal, era el Secretario de Finanzas y fue él quien aprobó el financiamiento de la Línea 12 del Metro de la CDMX y avaló así, se supo después, el sobrecosto de dicha construcción que llegó al 70%.
Marcelo Ebrard, actual secretario de Relaciones Exteriores, anunció el 8 de agosto de 2007 la creación de la Línea 12 del Metro, planeada de Mixcoac a Tláhuac. La noche del lunes 3 de mayo, de esa línea que ha sido cuestionada en sin fin de ocasiones, se vino abajo un tramo, mismo que había sido construido a sobreprecio, con errores y sin estudios adecuados, pertinentes y completos que avalaran la obra.
Aparte de esto, la falta de mantenimiento a las líneas del Metro ha sido pan de todos los años y de todas las administraciones; hoy, por ejemplo, el PRD y PAN alzan la voz y dicen que el accidente fue porque no hubo mantenimiento por los recortes presupuestales; incluso, han ido más allá y exigen que Marcelo Ebrard, Mario Delgado y Claudia Sheinbaum sean separados de sus cargos para que rindan cuentas ante la justicia por su responsabilidad en la construcción de la línea.
Las voces de inconformidad ahí están; las oficiales manifestando que desde la inauguración de la línea, en el 2012, hubo quejas de corrupción en la construcción, así como fallas evidentes que, incluso, el servicio de la línea se suspendió durante varios meses en el año 2014; pero, además, no se debe olvidar cómo tras las irregularidades que señaló la Comisión Especial que se creó por la Cámara de Diputados, más los que la Auditoria Superior de la Federación señaló, Ebrard se tuvo que refugiar en Francia. Las voces de inconformidad, no oficiales, simplemente empiezan a reaccionar y a denunciar ante la opinión pública.
La corrupción está documentada. En el primer mes de 2015, cuando se determinaron los delitos de pagos indebidos, peculado, uso indebido de ejercicio público y uso indebido de facultades, atribuciones y ejercicio abusivo de funciones; pero ahora, sí como anillo al dedo, la elección de 2018 vino a salvar a muchos de los que hoy son funcionarios apapachados por el inquilino de Palacio Nacional y que incluso se ven ya en la boleta electoral del 2024.
A toda esta corruptela se suma el abandono total de varias administraciones capitalinas. Para el caso es suficiente recordar que en el 2020, ya en plena pandemia, a través de denuncias ciudadanas se dio a conocer que la línea 12 no había recibido mantenimiento y que tanto la directora del Metro (quien hora parece no será tocada ni con el pétalo de una rosa) y la propia Jefa de Gobierno tendrían que rendir cuentas. Las advertencias ahí estaban, circularon fotos, vídeos, testimonios que hoy se suman a las denuncia del Sindicato de Trabajadores del metro que aseguran han advertido a la autoridad local de la falta de mantenimiento y que nadie los escucha, por lo que incluso preparan un paro de labores.
No queda duda, la corrupción y el abandono son la causa principal del desplome de un tramo de la Línea 12 que ya cobró la vida de decenas de capitalinos; la tragedia pudo evitarse, pero ahora los gobernantes, tanto federales como locales, se cuidan mucho de sus declaraciones; por un lado Claudia Sheinbaum evita hablar del mandatario Nacional López Orador y de Marcelo Ebrard; por otro lado, el inquilino de Palacio Nacional prefiere acusar a la prensa diciendo que “los medios del país están tan obcecados en atacar al gobierno que representa…»; AMLO acusa a la prensa de “tendenciosa, golpeadora, defensora de grupos corruptos; una prensa que se dedica a mentir constantemente”. Sobre la tragedia del Metro prefirió guardar silencio, casi absoluto.
Como doña Lidia García hay, al momento, 24 familias más que lloran a sus familiares fallecidos; otras decenas más sufren al estar con sus familiares esperando su pronta recuperación. Lamentablemente los gobernantes han enmudecido porque ‘Morena no come Morena’. Hoy quienes sí exigen apoyo oficial y lanzan gritos de justicia son los familiares de las víctimas y cientos de mexicanos que se suman a las consignas de ‘No más muertes en el Metro’ y exigen que las autoridades se hagan responsables de que la tragedia se pudo evitar y qué acciones harán, en el futuro próximo, para evitar más desgracias contra la población trabajadora y humilde que todos los días tiene que usar el Metro para trasladarse a su trabajo.
Hoy en Palacio Nacional se realiza una protesta más de habitantes de Tláhuac y de varias alcaldías. Nuevamente AMLO volverá a repetir sus discursos trillados e ignorará a los mexicanos que ya aguantan muy poco y que pronto enfrentarán políticamente a Morena y a sus líderes políticos que no han servido para gobernar a nuestro país. Por el momento, querido lector, es todo.