El asertivo Información
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Tener una ciudad grande o pequeña con buenos servicios es desde la antigüedad el sueño y satisfacción de todos los pueblos de la tierra. Cuando se logra este objetivo, aunado a la belleza de la arquitectura y el urbanismo de una ciudad, es lo que hace que sus habitantes se sientan orgullos de la misma. Los más de nueve millones de habitantes de la CDMX, igual tenemos derecho a aspirar a una ciudad notable; tener el hogar común deseado, que sea el orgullo de todos los mexicanos.
Recordemos a la gran Tenochtitlan, con su belleza urbanística, admirada por propios y extraños, a la que los conquistadores, maravillados ante la belleza de sus lagos integrados a la planeación del sistema de canales, la llamaron la ‘Venecia del nuevo mundo’. La historia de nuestros antepasados, debería de servir de incentivo para que nuestras autoridades atendieran y resolvieran los problemas que tiene acumulados nuestra gran ciudad.
En este sentido, salta a la vista en primer orden el Metro de la CDMX, el medio de transporte más popular entre los capitalinos y de habitantes en la zona conurbada del Valle de México, que diariamente transporta a casi 5 millones de usuarios a sus trabajos, escuelas, hospitales y demás actividades de sus usuarios. De un tiempo acá, el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) ha experimentado un retroceso, que se ha traducido en accidentes que incluso, algunos de ellos, han arrebatado la vida de ciudadanos, accidentes que quisiéramos olvidar y pensar en que las cosas van a mejorar, que ahora sí, con el nuevo gobierno, se invertirán los recursos necesarios para que le Metro funcione y ya no sea un riesgo para la vida de los usuarios.
Sin embargo, los últimos acontecimientos ocurridos en este medio de transporte nos demuestran que esto no es así. Que el Metro sigue teniendo fallas, y que no podemos acostumbrarnos y a convertir estas fallas en algo cotidiano.
Ejemplos de lo dicho más arriba, hay varios, pero por falta de espacio mencionaré sólo algunos. Ha transcurrido un año tres meses, desde que el entonces jefe de Gobierno, Martí Batres, anunciara una inversión millonaria para la rehabilitación de la Línea 9 en diciembre de 2023, y por la que se cerraran varias estaciones para su reacondicionamiento, permaneciendo inoperantes durante nueve meses y reabiertas en mayo del año pasado, esta Línea continúa con fallas.
El mandatario dijo en su momento que con esta inversión contaríamos con trenes más seguros y traslados más rápidos, con menos fallas, pero ¿qué ha pasado? En las últimas semanas esta línea nuevamente colapsó, ahora por un corto circuito que dejó sin servicio varias estaciones, dejando al descubierto el trabajo incompleto de las obras que las autoridades de gobierno realizaron con una inversión de 296 millones.
El pasado lunes 3 de marzo, en el tramo de Velódromo y Ciudad Deportiva, el Metro vivió horas de caos por falla simultánea en las líneas 8 y 9. Con justa razón los usuarios se veían visiblemente molestos, y tuvieron que ser traslados por unidades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de RTP, otros más decidieron caminar. En plena hora pico comenzó el desalojo, aglomeración y desesperación de los usuarios. Esta crisis en el Metro no es algo nuevo, en Buzos de la Noticia, del 21 de octubre de 2024, se lee: ‘en 2024 el Metro registró más fallas que en los últimos seis años, con un incremento de hasta el 194% más que en 2018.
De enero a agosto de 2024, la red del STC registró 36 mil 601 averías, cifra que supera la de años anteriores y marca un récord negativo en el servicio. Otros problemas como las inundaciones y la falta de mantenimiento en escaleras eléctricas’.
También La Jornada del 17 de febrero de 2025, dice: ‘El Metro registró 30 fallas diarias en 2024 en toda la red del STC, entre éstas destacan: la falta de suministro de energía eléctrica que provocó la suspensión del servicio, por horas, como ocurrió el 6 de septiembre de 2024 en 3 estaciones de la línea A, también se registraron desperfectos en el pilotaje automático, el sistema de puertas, equipo mecánico y problemas en el suministro de energía’. Ojo, La Jornada es el periódico casi oficial del anterior y del actual régimen morenista en el país. Las estaciones que concentran el mayor número de quejas por mal servicio del personal e infraestructura son: Pantitlán, Tacubaya, Constitución de 1917, Cuatro Caminos, Centro Médico, Chabacano, La Raza, indios Verdes, Universidad y Guerrero.
El tramo de la línea 1 que fue reabierto, ya ha presentado averías: ‘A través de una respuesta de información pública, el Servicio de Transporte Colectivo informó a un ciudadano que han tenido que atender 20 averías en las 26 escaleras electromecánicas que operan en el tramo de Pantitlán-Balderas, que recientemente fue renovado, además de que dos de los 23 elevadores no ofrecían servicio porque estaban descompuestos, aun cuando las autoridades también efectuaron la rehabilitación integral de todo este primer tramo’, información del sitio de noticias Animal Político, 6 de enero de 2025.
Los capitalinos, y sobre todo, los usuarios del Metro, se preguntan cómo se emplean los recursos que se pagan a través de tantos impuestos, que deberían servir para que el STC funcione y funcione bien, cabe preguntarnos ¿hay disposición de las autoridades, para que el transporte en la CDMX sea eficiente?
Es necesario que todos los capitalinos estemos atentos y sigamos luchando ante el gobierno de la CDMX, haciendo uso del derecho constitucional de petición para que se inviertan los recursos necesarios para corregir estos problemas. Una vez más se confirma lo acertado del llamado de nuestra organización, del Movimiento Antorchista, al pueblo trabajador, a organizarse y luchar por sus derechos y mejores condiciones.
