Esténtor Político
Donde se están poniendo las cosas color de hormiga es en Sonora; la noche de muertos le dejó a la gobernadora de regalo para el día 3 de noviembre ¡cinco manifestaciones el mismo día y en la misma mañana! Mucha chamba tuvieron sus operadores de la Secretaría de Gobierno, aunque una de las multitudes más bien se dirigió al Ayuntamiento, pero de todas formas el centro de Hermosillo fue un hervidero de multitudes coreando consignas.
Y si a eso se le agrega que el día previo, el mero día 2 de noviembre, otra multitud de mujeres hizo una manifestación también frente al Congreso del Estado y una ofrenda a las muertas por feminicidio en la escalinata frente a la Universidad de Sonora, las cosas se ven caldeadas. Si el sol de Hermosillo fue menos inclemente esta ocasión, el calor de las masas se está dejando sentir creando un ambiente que a la priista Claudia Pavlovich le empieza a quemar, por culpa de sus funcionarios menores que no operan ni cumplen sus palabra.
Para empezar, el plantón de los antorchistas ya cumplen 16 días frente al Palacio de Gobierno denunciando los incumplimientos que Miguel Pompa Corella, secretario de Gobierno, ha hecho a nombre de ella. Esa actitud deja mal parada a la señora gobernadora pero a su equipo de funcionarios parece no importarle al no cumplir compromisos con sonorenses, quienes reclaman que se materialicen los compromisos firmados, entre otros la terminación de la Casa del Estudiante Sonorense, pagos a maestros de las escuelas impulsadas para cubrir la demanda allí donde los gobiernos no han podido, sus plazas respectivas, terrenos para algunas escuelas, apoyos para estudiantes, materiales para mejoramiento de vivienda, así como obras y servicios básicos, entre otras cosas fundamentales.
Pero increíblemente, a pesar de la justicia de los planteamientos, los funcionarios del gobierno sonorense no dan respuestas satisfactorias y parece que esconden los recursos para no dar soluciones. La papa se calienta más y nadie la quiere sostener. En días recientes se informó que la gobernadora dio positivo en la prueba de COVID-19; por lo que Miguel Pompa se está viendo muy mal, pues en lugar de ponerse al frente del gobierno y atender los asuntos gubernamentales (en lo que su jefa se recupera) prefiere ignorarlos y complicar más la situación.
Algo que debería poner atención el gobierno estatal es que de las protestas que se gestaron el día 3 de noviembre se está comenzando a formar un frente único algo que podría irá más allá de la lucha por sus demandas y podría traer ruido al ambiente político. Habrá que seguir atentos estas evoluciones a ver qué se desprende porque no se debe olvidar que el trabajo electoral en campo apenas va a comenzar.
Los asuntos siguen pendientes con la mayoría de los otros grupos de manifestantes, entre ellos se encuentran operadores de camiones de transporte urbano de la ciudad de Hermosillo, que piden el incremento salarial del 20%, mayores prestaciones y la desaparición del modelo outsourcing de las empresas concesionarias. Estos operadores se fueron a plantar por cerca de dos semanas nada más ni nada menos que frente a la casa donde vive la mismísima Claudia Pavlovich y allí le transmitieron también el calorcito de sus reclamos y de allí se fueron a poner a un lado de los antorchistas, a reclamar solución.
El transporte urbano de Hermosillo está controlado por el Gobierno y justo acaba de negarles el derecho de huelga a los operadores, quienes no se encuentran muy contentos con semejante actitud. No es un asunto fácil para Pompa Corella, “El Potrillo”, y ya se acercan las siguientes elecciones. Veremos si le alisa el camino a su jefa, o se lo deja como el camino del infierno.
Por otro lado, los propios trabajadores del Gobierno del Estado tienen reclamos qué hacerle al “Potrillo”, pues están afiliados al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora (ISSSTESON) y están molestos por el mal servicio. Reclaman mejor atención así como la cobertura completa de medicamentos. La crisis de la Covid-19 ha venido a mostrar más ineficiencias de este sistema de salud estatal. Seguramente aquí también tendrá que resolver la gobernadora.
Por su parte los dueños de locales para fiestas, convivios y servicios similares, claman y reclaman no tener suficiente ingresos para mantener lo que queda de su planta laboral y pronto ni para ellos mismos: la crisis de Covid y la crisis económica los ha golpeado sin misericordia y también piden al Gobierno de Sonora no declarar decretos para reducir la movilidad.
Finalmente, están los músicos de Hermosillo, que tienen alrededor de 8 mil personas involucradas en su actividad profesional y no han ganado un peso desde hace ocho meses, aunque éstos acudieron con la presidenta municipal en busca de ayuda. Aquí la moneda está en el aire también.
Así las cosas en los últimos días en Hermosillo. ¡Ah, se me olvidaba! También, junto a los antorchistas, se vieron multitud de jóvenes estudiantes que reclaman mejores condiciones para estudiar a distancia y quieren regresar a clases presenciales pero con mobiliario y material didáctico que también “El Potrillo” se comprometió a dotar. ¡Vaya, pues la juventud le salió más relinchadora! Dos nuestros deseos: que la gobernadora Claudia Pablovic se recupere pronto y que escuche la voz de los inconformes de su estatal, o que cambie de interlocutores con sus gobernados, porque su secretario de gobierno, nomás no da el ancho. Por el momento, querido lector, es todo.