La producción es fundamental en todas las sociedades del mundo; de ella depende la existencia del hombre, que necesita alimento, vivienda, vestido, transporte y proveerse de servicios vitales como electricidad, agua potable, drenaje, caminos pavimentados, educación, esparcimiento y deporte. De la economía depende el buen funcionamiento de las naciones y, por lo mismo, las hay que están muy desarrolladas, como Rusia, China o Estados Unidos, y otras que son muy pobres como Sudán del Sur, Burundi y México.
Según las teorías políticas más aceptadas, el Estado, con la cooperación de todas las fuerzas productivas y sociales, debe garantizar el desarrollo económico, considerando la opinión de los empresarios y otros sectores de la población y tomando en cuenta los problemas específicos de cada país.
Esto viene a cuento porque el pasado martes ocho de septiembre, el gobierno que, desde hace dos años está generando el desastre económico y social de México, difundió su proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos de la Federación de 2021, que incluye fuertes recortes en el gasto a las dependencias federales y de las entidades federativas, en tanto que otorga un fuerte impulso financiero a las obras de relumbrón del Presidente: el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas.
El paquete económico, que cada año debe presentarse a más tardar el 15 de septiembre para ser aprobado antes del 15 de noviembre, incluye un documento denominado Criterios Generales de Política Económica, los proyectos de Ley de Ingresos de la Federación (LIF) y el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de 2021.
Entre las proyecciones de las finanzas públicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública (SHCP) para 2021 destaca un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4.6%; el precio internacional de la mezcla petrolera mexicana de 42.1 dólares por barril; una producción de petróleo de 1.8 millones de barriles diarios; el tipo de cambio promedio de 22.1 pesos frente al dólar y déficit presupuestal del 2.9%.
El monto del gasto total propuesto es de 6.25 billones de pesos (mdp), cifra 0.3% inferior, en términos reales, al aprobado para 2020; pero, además, tiene un ajuste a la baja en 12 dependencias federales y el recorte del 5.5% en los recursos destinados a los estados. Es decir, es un paquete económico que sin duda afectará los mexicanos y que ahondará sus graves problemas de pobreza y marginación.
En contraste con esta prospección, el PEF 2021 destina 64 mil 603 mdp al aeropuerto de Santa Lucía, al Tren Maya y al Tren Interurbano México-Toluca, cuyo monto integral será 103% superior al de 2020, aunque el que se aplicará al Tren Maya será de 36 mil 288 mdp, 48.5% superior a los 24 mil 440 mdp que se gastaron este año.
La construcción de la refinería de Dos Bocas recibiría un financiamiento 9.1% mayor al de 2020, al pasar de 41 mil 256 mdp a 45 mil 50 mdp; lo mismo ocurriría con el aeropuerto de Santa Lucía, que tendrá 21 mil 315 millones de pesos en 2021: un aumento del 296.8 por ciento. ¡Hágame usted el “fabrón cavor”! ¡Más recursos a estas obras y mucho menos para atender la crisis de COVID-19 o combatir la pobreza generalizada en el país!
El Gobierno Federal anunció, además, que para el próximo año, 12 dependencias y tres órganos autónomos tendrán recortes presupuestales, entre ellas las secretarías de Gobernación, Cultura, Hacienda, Energía, Función Pública, Relaciones Exteriores y del Trabajo. El titular de la SHCP, Arturo Herrera, aseguró que la actual crisis económica no permite márgenes de acción amplios y advirtió que no hay presupuesto perfecto.
No se nos debe olvidar que uno de los pilares de la “política económica” de AMLO consiste en no aumentar la deuda, aunque ésta ya pasó del 44% de su proporción con el PIB en 2018, al 55% en este año y que los estudiosos de la economía aseguran que seguirá en aumento hasta el 60%.
En el proyecto presupuestal de 2021 se solicitó al Congreso de la Unión que autorice un endeudamiento interno por un monto neto de 700 mil mdp y uno externo de cinco mil 200 millones de dólares. En los próximos dos meses escucharemos los debates y los “ajustes” de esa propuesta fiscal, pero es posible prever que serán mínimos y que el paquete económico que finalmente será aprobado no sacará a México de las crisis de salud, económica y social. El Presidente y su partido no pueden con el gobierno de México. En 2021, el pueblo ya no debe confiar en ellos. Por el momento, querido lector, es todo.