Esténtor Político
Mientras el inquilino de Palacio Nacional sigue invitando a gobernadores salientes a su gabinete, ¡qué amable presidente! dirían algunos, o, en tanto, que damnificados por los huracanes y por las intensas lluvias claman y exigen ayuda inmediata, pero deben esperar a que “primero sean censados ordenadamente”, en la Cámara de Diputados la propuesta del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, ‘se discute’ para su aprobación y todo indica que será aprobada como el dedito de Obrador ya lo ha decidido; sin embargo, lo primero que salta a la vista es que los rubros más afectados serán la educación; vivienda y desde luego todo se encamina a la ‘fabricación’ de más pobreza y miseria para el próximo año debido a los grandes recortes y la poquísima o nula atención a obras y servicios que la población necesita.
Por lo que se sabe, en el proyecto del PEF para el siguiente año vendrá un ‘aumento’ de recursos para estados y municipios; en esas llamadas transferencias federales se estima en 2.11 billones de pesos, un monto que parece ser superior en 4.7% a lo que se aprobó en el 2020 para el año que transcurre. La intención pareciera ‘ser buena’ pero para ‘los malpensados’ esto quiere decir que AMLO y la 4T ahora sí están ‘muy interesados’ en ganarse a los gobernadores y a los munícipes; por eso, ahora sí, hay que repartir dinero a discreción aunque este incremento sigue siendo inferior con lo que se aprobó en el último año de gobierno de la administración anterior que fue de 6% anual real.
Por lo pronto, y con los mismos datos de Hacienda, se expone que entre enero del 2019 y julio de 2021, en el gasto federalizado promedió hay una caída de 2.8% anual real; descenso que si se compara tomando en cuenta el mismo periodo (31 meses de cada gestión) de tres administraciones anteriores, arroja que sólo el mandato de la 4T, con Obrador a la cabeza, es negativo en este indicador: con Peña Nieto, 2012-2018, se promedió un crecimiento de 4.7% a tasa anual real; con Felipe Calderón, 2006-2012, de 5.4% y con Vicente Fox, 2000-2006, de 7.3%. Entonces, ese ‘aumento’ pretendido para el PEF 2022 nomás no ayudará mucho; pero el tiempo lo dirá y es cuestión de esperar.
En un análisis que hace el Instituto de Estudios Sobre Desigualdad (Indesig) y que resume en cinco puntos, se destaca que: se sigue huyendo a la Reforma Fiscal, aunque esta se ve más urgente, claro siempre y cuando beneficie a los mexicanos más empobrecidos; hay aumentos en gasto social, pero sin más presupuesto bajo enfoque ‘primero los pobres’ y, dice el Instituto, a pesar de ello, no se va a recuperar la cobertura perdida a hogares en pobreza extrema en este sexenio; el ‘aumento en gasto en salud, de lo cual cerca del 50% va a adeudos y administración y 25% a vacunación’; aumenta fuertemente el gasto en pensiones, a este rubro irá el 31% del presupuesto y habrá un fuerte aumento en gasto para la Guardia Nacional y el Tren Maya.
La propuesta de proyecto de presupuesto contempla un gasto total de 7.05 billones de pesos en donde el gasto programable aumenta 0.1% y el gasto no programable aumenta en 6.7%. El mayor aumento se da en desarrollo social que contiene pensiones, programas sociales, salud y otros pero destaca como ya dijimos el rubro de pensiones con 2.2 billones de pesos, un 7.7% del PIB y 31% del total del presupuesto; en recreación y cultura disminuye 7%; y hay un aumento marginal de 2% en educación; y nueve de cada 10 pesos va en salud y protección social que incluye las pensiones; así es como se distribuirá y gastará en el 2022.
En la parte de programas sociales ‘prioritarios’ y proyectos prioritarios del Gobierno Federal morenista, los aumentos son dispares; por un lado vemos que hay un 37% más para proyectos de importancia para AMLO (Guardia Nacional 76% y Tren Maya 74%); mientras que los programas sociales tienen un aumento marginal de 2.8% (como ya vimos con excepción de pensiones de Adultos mayores que es de 75%).
En el contexto de un México con más de tres millones y medio de contagios y cerca de 300 mil muertos por COVID-19, más el incremento de pobreza, desemboca en serios cuestionamientos sobre por qué aumentar tanto a la Guardia Nacional o al Tren Maya que en nada, o muy poco, va a beneficiar a la población más pobre de la zona sur del país. Incluso, el Indesig cuestiona que con el aumento a las obras insignia sería suficiente para pagar ‘un plan de recuperación’ como propuso Gerardo Esquivel el 17 de abril de 2020 y también el gasto está por encima del costo de un Seguro de Desempleo (que tanta falte le hace a México) que propuso el Centro De Estudios Espinosa Yglesias el 27 de abril del 2020.
La desproporción y las diferencias entre aumento de gasto para proyectos programas sociales prioritarios es muy visible; por ejemplo, el Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar ‘Benito Juárez’ aumentó en 1.2 mil mdp; Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior ‘Benito Juárez’, 1.3 mil mdp; Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, 1.4 mil mdp; o el Programa de Vivienda Social con apenas 155 mdp; pero, en contraste, el aumento para la Guardia Nacional será de 27 mil mdp y para el Tren Maya de 26 mil mdp; o el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ocho mil 821 mdp.
Tras la trágica situación mortal de la pandemia ocasionada por el Coronavirus, donde los niños y jóvenes abandonaron la escuela para proteger su salud y en recientes semanas la irresponsable y criminal decisión de AMLO para regresar a las aulas, el Paquete Económico para 2022 proyecta un gasto de 883 mil 929 mdp para el ámbito educativo, equivalente al 3.1% del PIB de México; sin embargo, esto representa el gasto más bajo en los últimos ocho años con el gobierno del presidente López Obrador, según datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
AMLO y el morenismo han hablado hasta el cansancio sobre que el regreso a clases era para no perjudicar la educación de la niñez y juventud mexicanas, pero ahora se contradice con el raquítico apoyo económico y no hay que olvidar que la Secretaría de Educación Pública (SEP) nunca atendió las demandas de infraestructura básica necesarias de las escuelas para la toma de clases en línea, incluso al concluir el ciclo escolar 2020-2021, una de cada 10 escuelas no contaba con electricidad y una de cada cuatro no tenía acceso a agua potable.
Además de los pendientes que tiene lo presupuestado como es el caso de la Reforma Educativa de 2019 y las consecuencias post pandemia; por ejemplo, en lo referente al gasto por alumno se tiene una reducción por la tendencia negativa del presupuesto y el aumento de matrícula en todos los niveles desde 2016. Para 2022 la educación básica crecerá 3.8% real por la contracción de alumnos de ese nivel y en el caso de la educación superior, a pesar de declararse obligatoria, el gasto ha caído desde 2016.
Con respecto a los programas sociales ‘prioritarios’ del presidente, las Becas para el Bienestar ‘Benito Juárez’ presentan un aumento de 3.2%, equivalente a un presupuesto total de 67 millones 100 mil pesos (34 millones 500 mil pesos en el nivel medio superior y 33 millones 200 mil pesos en educación básica) de los 364 millones 500 mil pesos que recibirá la SEP. Sin embargo, tras el regreso a clases presenciales, la Secretaría de Hacienda no precisa algún presupuesto específico para equipar escuelas con infraestructura adecuada y evitar más contagios que pongan en peligro la vida de los niños, niñas y jóvenes. Entonces vemos dinero ‘etiquetado’, pero no hay nada que garantice su ejecución verdadera.
El proyecto de Presupuesto 2022 está diseñada a modo para favorecer la política de AMLO y la 4T; no está pensado, diseñado y proyectado para ayudar a los pobres y abatir, o al menos comenzar a hacerlo en serio, la pobreza, miseria, abandono y la marginación.
Tampoco está pensado para volver a beneficiar a los hogares mexicanos con los programas sociales como los que se tenían asignados en sexenios anteriores y que ayudaban a mitigar la crisis en los hogares mexicanos. El PEF 2022 prioriza obras insignia y de relumbrón de AMLO y recorta o destina muy poco a los programas sociales donde se perjudica alarmantemente al sector educativo y a la vivienda social. Con el proyecto para el próximo año, que muy seguramente será aprobado como desde Palacio Nacional se dictó, habrá más olvido de la población. El slogan de ‘Primero los pobres’ seguirá siendo sólo una frase de campaña de AMLO, pero ahora para el 2024. Por el momento, querido lector, es todo.