Los estragos de la pandemia generada por el COVID-19 se hacen más frecuentes y crueles contra la población conforme avanzan los días, las semanas, los meses y también los años. Ha pasado ya un año y medio de que inició el Coronavirus y el mundo sigue llorando a sus miles de muertos, y también ve con bastante tristeza como la vacunación es muy lenta, al menos en nuestro país, apenas tres de cada 10 habitantes han logrado la inoculación con las dos dosis recomendadas.
Al seguir los contagios y muertes con más fuerza en la tercera ola, se van sumando otras calamidades que son generadas como efecto colateral; así, vemos más pobreza, con alguna de sus modalidades para la población; más abandono por parte del Gobierno Federal hacia hospitales y clínicas (disminución de personal médico, dotación menor de medicamentos y en algunos casos, hasta el cierre de los nosocomios) trayendo afectación directa a la salud de las familias mexicanas. Aparte, vemos más carestía, desempleo constante, más enfermedades, retroceso en la educación y un total abandono al campo mexicano; de obras y servicios, mejor ni hablamos, la situación es tétrica.
Un claro ejemplo del desempleo, es la situación de al menos dos mil 721 integrantes del personal médico, enfermería y administrativo en la entidad oaxaqueña a quienes se les ha retirado su fuente laboral sin algún argumento más que la llamada ‘austeridad republicana’ del hombre de Palacio Nacional; los que durante el primer año de la pandemia fueron considerados como héroes porque dieron parte de su vida en atender a muchos contagiados, hoy les quitan su empleo y los lanzan a la calle dejándolos sin la forma de ganarse la vida. Familias enteras, de esa entidad, se quedarán sin poder alimentarse y desamparadas por no poder ingresar unos cuantos pesos.
Oaxaca es uno de los estados con más pobreza desde hace ya varias décadas, un lastre que no se ha podido reducir durante sexenios federales y estatales, y mucho menos con este gobierno que mal dirige AMLO. Por su parte, el señor gobernador priista, Alejandro Murat Hinojosa, sólo se ha puesto a las órdenes del mesías morenista y, eso sí, dicen algunos políticos, ha ‘logrado llevar’ a su estado recursos económicos extras, algo que, como estrategia no está mal, pero ya sobre la ejecución de ese dinero, sí está muy en duda.
Por ejemplo, cuando hablamos de sindicatos como el de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSS), muy a fin de Alejandro Murat, se sabe que López Obrador recibió a su representante, Mario Félix Pacheco, en su gira del domingo y lunes. Será que iba muy bien recomendado por el gobernador actual, porque nadie duda que la historia de este sindicado la conoce muy bien don Alejandro Murat y sus herederos; es más se sabe que hay una buena deuda económica y política que el propio gobernador ya no sabe como pagar.
Es muy conocido, por ejemplo, que en esa entidad sureña, en el periodo del gobernador Ulises Ruíz Ortíz, cuando era Secretario General de la Sección 35 Genoé Ruíz López, se comenzó a dar un amasiato; con el gobernador Gabino Cué Monteagudo, Ruíz López cedió la dirigencia a Mario Félix Pacheco. Prácticamente durante tres sexenios, incluyendo el de Alejandro Murat, se han dado acuerdos para mantener el control del gremio y desde luego sacrificar, cuando así se necesite, a los pobres trabajadores.
Se ha comentado mucho sobre la renta de oficinas ficticias, incluso ya con un déficit de más de nueve mil 500 millones de pesos; algo que el gobierno estatal no puede pagar y por eso ha tenido que ‘entregar’ al ISSTTE, el Hospital de la niñez y la mujer, como pago de una parte de esa deuda’ que aún no se ha podido liquidar. Alejandro Murat, por lo visto, tiene mucho que ver, aunque sea indirectamente, con esos despidos.
Pero como los dos mil 721 trabajadores de la salud están inconformes por el trato que se les ha dado, han decidido salir a las calles a protestar; asimismo, han buscado solidaridad y respaldo de grupos políticos con presencia en la entidad, como el Movimiento Antorchista de Oaxaca que dirige líder social Dimas Romero. Ante la denuncia que ha escalado, a López Obrador no le quedó de otra que hablar en su mañanera sobre el asunto; pero como siempre, sólo les dijo que no se preocupen, que se va a revisar la situación; total, había que sortear la mañanera y la nueva visita a ese estado. Lo que si se dejó ver es que detrás de esa re contratación (si es que aunque sea por milagro se da) viene una maniobra política que ya se ha planeado, que la 4T empiece a cooptar a todos los trabajadores, mediante un solo grupo gremial; algo que se avecina como un verdadero problema para AMLO.
Los argumentos para despedir a los trabajadores de Oaxaca, de acuerdo a los mismos afectados, son: supuesta falta de techó presupuestal en los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) para pagar el salario de los trabajadores en la modalidad de eventuales de varias unidades médicas y hospitales; otro argumento, algo oculto, es que se han desviado recursos de los pagos a terceros institucionales (pagos al Issste, Fovissste, Hacienda, etc.) y no institucionales (Prestamos personales en cajas, bancos, seguros de vida contratados de manera independiente, etc.) de los trabajadores de base, regularizados y formalizados para el pago de nomina de dichos trabajadores.
Así las cosas, los gritos de protesta de los médicos de Oaxaca han llegado a la capital del país y ocuparon, el lunes 21 de septiembre, reflectores mediáticos de diversos diarios nacionales; los trabajadores de la salud, que el mismo AMLO los llamó héroes, hoy los despide. Por eso, con cartulinas y pancartas, las manifestaciones se han dado durante varios días y seguirá mañana miércoles y el día jueves; la condena a los despidos injustificados continúa y se exige justicia laboral para los empleados de hospitales como el de la Niñez Oaxaqueña (HNO), el Civil y el comunitario de Sola de Vega.
La solidaridad de los oaxaqueños y mexicanos de otros estados del país se sigue brindando. Varios trabajadores que pertenecen al Sindicato Independiente de Trabajadores del Sector Salud (SITSS), al Sindicato Independiente de Trabajadores y Profesionales en Salud (SITYPS), al Sindicato de Trabajadores del Sistema Nacional de Salud (STSNS), Sindicato Independiente Nacional de los Trabajadores de la Salud (SINTS) sección 9 Oaxaca y al Frente Nacional de Trabajadores de Salud de la República Mexicana (FNTSRM) se han unido en una gran Coordinadora de Sindicatos de Salud de Oaxaca (CSSO) y esperan pronta y verdadera solución del Presidente Andrés Manuel López Obrador, porque ellos saben que su palabra ya no tiene credibilidad y no vale nada, y que sólo si se unen y organizan podrán presionar y lograr que les devuelvan su empleo; de su gobernador Alejandro Murat, esperan muy poco, porque ahora sí que le pasó como a los chinitos, en todos estos días, solo ha estado ‘milando’.
Resulte favorable o no la lucha hacia los trabajadores de salud, los habitantes de Oaxaca y de todo el país, deben comenzar a darse cuenta, de un vez por todas, que la única posibilidad de que se les garantice un empleo digno, con buenas prestaciones y que no se desvíen los recursos en contubernios con los gobernantes de las entidades y del país, es la organización verdadera de los trabajadores del sector salud y de todas las áreas laborales de México. Sólo así se hará una auténtica y verdadera justicia laboral. Por el momento, querido lector, es todo.