Esténtor Político
Ayer en este espacio hablamos de que el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, es uno de los tres gobernadores consentidos del mandatario nacional Andrés Manuel López Obrador, y que, a costa del sufrimiento de los hidalguenses le es fiel al Presidente. Otra de las entidades ‘consentidas’ y que más ha visitado es Oaxaca, donde el gobernador debe estar preocupado porque, aunque su entidad no está en semáforo rojo, las cosas no van nada bien con el COVID-19, ya que, alrededor de 20 colegios médicos le han demandado que se instrumente el semáforo rojo epidemiológico y el confinamiento de los negocios no esenciales.
En un documento enviado a Alejandro Murat y al que hace unos días era el titular de los Servicios de Salud, Donato Casas Escamilla, así como al Presidente Municipal de la capital, el morenista Oswaldo García Jarquín, los colegios médicos criticaron a ambos gobiernos y les recriminaron que: “es inaudita la actitud irresponsable de ustedes como autoridades, por priorizar la politiquería y la economía por encima de la salud pública”.
Hasta hace algunos días se hablaba de que entre el personal médico y paramédico habían ya cuatro mil 77 casos confirmados de COVID-19; mil 226 médicos, mil 537 profesionales de enfermería y mil 314 en otras áreas afines, así como 55 defunciones; datos que dejan en duda la declaración del Gobernador cuando dice que ya se cubrió al 100% con la vacunación del personal médico.
La crisis no sólo persiste en Oaxaca, sino en al menos 10 estados, pero este estado sureño cobra mayor relevancia porque durante años ha estado sumergido en la pobreza y marginación; sus habitantes han sido abandonados año con año. Aquí, se nota más la carencia continua de toda clase de insumos y de elementos indispensables para atender a los pacientes con COVID-19, falta de camas, medicamentos, ventiladores, tanques de oxígeno, equipo médico y artículos para curación, etc.
El retraso de las vacunas a nivel nacional está generando mucha inconformidad entre la población; hay incertidumbre entre los que ya les pusieron la primera dosis porque no tendrán su segunda en los 21 días reglamentarios en los que se debe aplicar; esto fue dado a conocer, en un oficio titulado como ‘memorándum Interno’ circulado en el Hospital General de Torreón y que firma su director José Luis Cortés se instruye lo siguiente: ‘POR INDICACIONES DEL GOBIERNO FEDERAL MEXICANO SE CANCELA LA APLICACIÓN DE LA SEGUNDA DOSIS DE LA VACUNA HASTA NUEVO AVISO’.
Pero la molestia no solo será con los que ya le aplicaron la primer dosis. Así como los médicos de Oaxaca están inconformes porque no se declara semáforo rojo, miles de médicos de hospitales privados o públicos de todo el país están indignados porque AMLO no cumplió, pues ellos están en primera línea para atender a los pacientes del Coronavirus y son olvidados.
Más allá de eso, los problemas colaterales sobre las pocas dosis se siguen presentando. Por ejemplo, se habla de que en Morelos en una clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), ubicada en Tlaltenango, Morelos, se robaron cuatro vacunas contra COVID de una instalación supuestamente vigilada por el Ejército.
También en Oaxaca, se rumora que la salida del secretario de Salud, Donato Casas Escamilla, se debe a que en el estado se estuvieron vendiendo vacunas entre 30 y 40 mil pesos y mientras eso sucede, al menos 16 hospitales están al 100% y los contagios ya rebasan los 30 mil y las defunciones, al menos 2 mil 293. Oaxaca ya entró también en crisis por la saturación de hospitales y se ve que la crisis sanitaria se ahondará más, por eso el llamado fuerte de los médicos de la entidad.
¿Será cierto que en Oaxaca se está traficando con las vacunas y el titular de salud sabía de eso?. A lo mejor por eso el gobernador recomendó al nuevo titular, al médico Juan Carlos Márquez Heine, que dé ‘continuidad al plan de vacunación contra el Coronavirus con eficiencia y absoluta transparencia‘. Lo cierto es que también hay voces que dicen que el ex titular de salud en realidad se alista para pelear por una diputación federal, lo que podría indicar que nomás es un reacomodo de las piezas del grupo Murat.
Lo que sí es cierto es que en Oaxaca siguen existiendo problemas que el gobernador no debería olvidar. Por ejemplo, se sigue ‘olvidando’ de los conflictos agrarios que datan de miles de años; y por eso, esta mañana una representación de campesinos de Santo Domingo Yosoñama y una comisión de la dirigencia Antorchista, encabezada por Dimas Romero, se presentaron a Palacio Nacional para exigir que el gobernador intervenga para que se brinde seguridad a los pobladores de la zona pues las amenazas y agresiones no cesan.
Oaxaca, Guerrero y Chiapas, que son considerados los tres estados con más pobreza de México, han reportado un aumento de la pobreza laboral muy por debajo del promedio en el tercer trimestre de 2020; el 68 por ciento de las personas oaxaqueñas mayores de 15 años presenta en rezago educativo, además de que el 74 por ciento de la población tienen ingresos insuficientes y el 83 por ciento de los trabajadores no tienen seguridad social. En Oaxaca siste de cada 10 oaxaqueños padecen pobreza (70% de la población), que representan más de tres millones de habitantes.
¿Qué dice ante esto el gobierno estatal y su titular Alejandro Murat? Parece que su idea y su preocupación ahora se está centrando en las elecciones de junio próximo; la pobreza, marginación, la inseguridad y la salud de los oaxaqueños parece no importar en Palacio de Gobierno. La población, entonces, tendrá que cobrar la factura. Por el momento, querido lector, es todo.