Ni en lo grande, ni en lo pequeño ha demostrado Morena solución a las promesas de campaña que ofreció tanto a oponentes como a partidarios; promesas que convencieron a quienes le dieron con sus votos el puesto que actualmente detenta en la CDMX, que primero fue representado por Claudia Sheinbaum y a su huida, dejó a Martí Batres.
Estas ofertas, para hacerlas realidad, tenían por fuerza que gobernar con inteligencia, firmeza y disposición, ante la difícil y cada vez más grave lista larguísima de problemas que hacen sufrir a nuestra ciudad de nueve millones de capitalinos. Ya apostada en el puesto que ambicionó, morena con Sheinbaum todo se volvió humo.
La falsedad en los hechos estriba en que los rimbombantes títulos académicos de algunos de los funcionarios de su administración, y el de ella misma, con los que impresionó a medio mundo, no fueron suficientes. Les falló una absoluta ausencia de sensibilidad hacia los padecimientos de quienes verdaderamente sostienen esta enorme ciudad, los ciudadanos de a pie, a los que les niega una y otra vez, voz y soluciones efectivas.
La gota que derramó el vaso de la incapacidad y sonado fracaso de Claudia Sheinbaum como gobernante fue, a todas luces, su desentendimiento para ordenar y supervisar el urgente mantenimiento de todas las líneas del Metro, situación que derivó en una catástrofe en la Línea 12 con un saldo de 27 personas fallecidas y una centena de heridos a causa precisamente de la falta de mantenimiento; el choque en la Línea 3 donde falleció una joven estudiante de la UNAM y más de cien quedaron heridos; la colisión en la estación Tacubaya de la Línea 1 que dejó un muerto y 41 lesionados; el incendio en la subestación del Puesto Central de Control donde falleció una mujer policía, las autoridades informaron que este incendio sucedió por la detonación de un transformador de 85 kilovoltios, debido a que no tenía el mantenimiento adecuado y estaba en operación desde hace 51 años.
Y así, todos los días y en varias líneas tenemos ejemplos hasta para aventar arriba, todas estas dan muestra del grave deterioro del Metro: incendios, derrumbes, choques de trenes, cortos circuitos, inundaciones, elevadores y escaleras eléctricas descompuestas, aglomeraciones de usuarios por lo tardado de los trenes, además de la inseguridad, pues seguramente recordamos la serie de denuncias de secuestros de mujeres en las inmediaciones de las estaciones, y un largo etcétera de graves fallas por el descuido de las autoridades morenistas.
Suma y sigue, las propios usuarios a través de las redes sociales han documentado con imágenes y videos el grave deterioro de la Línea 9, sobre todo en el tramo de Pantitlán a la estación Puebla, porque el soporte de las trabes muestran una separación e inclinación, a lo que después de la presión social las autoridades sólo han colocado un curita en la herida, apuntalando la zona, pero a leguas se nota que esto no está reforzado y se corre el riesgo de otro grave acontecimiento en el que nuevamente los más pobres saldrían afectados, quienes somos los que diariamente tenemos que utilizar este medio de transporte.
A todo esto habría que sumarle los daños colaterales que dejan estos acontecimientos, por ejemplo el de la Línea 12, que ha afectado a los locatarios establecidos en avenida Tláhuac a la altura de la estación Olivos, por los tardados trabajos de reconstrucción de esta línea, que por más de 2 años sigue sin funcionar en su totalidad, por lo que mantienen una lucha constante que ha arreciado a últimas fechas con protestas y cierre de la avenida Tláhuac en demanda de apoyos económicos por todas las pérdidas significativas, además de exigir que se aceleren estos trabajos.
Cinco años transcurridos de este gobierno morenista de la actual administración en la CDMX, ahora representado por Martí Batres, y ya dieron suficiente muestra de que no pueden, que no saben gobernar, pues además la inseguridad cada día está peor, la pobreza se ha elevado, los capitalinos no tienen acceso a la salud y en muchas colonias existe un terrible abandono y marginación.
Los antorchistas que habitamos en diversas alcaldías de esta ciudad también somos maltratados e ignorados por el gobierno de Morena en la ciudad desde el primer día de su gobierno, y las soluciones para resolver problemas de obras y servicios en colonias de nuestros compañeros caminan muy lentas, muestra del desprecio del Gobierno Central de la capital hacia las necesidades elementales a las que tenemos derecho, por eso las exigimos, porque contribuimos con impuestos a sostener a los que arrojan al bote de la basura nuestras solicitudes.
Los gobiernos morenistas de la CDMX y el de la República, desde del inicio de su administración se han declarado enemigos de las organizaciones, es decir, no les conviene que el pueblo se organice porque quieren tener el control total de nuestro país, y para eso necesitan que los mexicanos no nos unamos, no nos organicemos, no luchemos y no protestemos, para que nadie les reclame por su pésimo gobierno, que ha propiciado según el reciente estudio del Coneval que el número de personas que viven en pobreza extrema aumentara a 9.1 millones durante 2022 contra los 8.7 millones que se registraron en 2018.
Las estadísticas por falta de acceso a los servicios de salud aumentaron del 16.2% hasta el 39. 1% en la medición de 2018 comparada con el cuarto año de gobierno de AMLO. En total son 30 millones de personas que no tienen servicios de salud.
Dice López Obrador que ya se puede retirar tranquilo, bueno, el aumentar a 9.1 millones de mexicanos en situación de pobreza extrema no está para que un presidente pueda presumir de tranquilidad.
Por esas razones, los antorchistas llamamos a todos los habitantes de la CDMX, a todos los que han sido atropellados y maltratados por los gobiernos morenistas a organizarnos para formar un nuevo partido político constituido por gente del pueblo, no por los arribistas y corruptos de siempre. Y con ese nuevo partido tomar el poder político en toda la nación para construir la nueva patria que necesita México.