Mientras Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, de manera irresponsable, asegura que entre ayer 15 y el 21 de junio, la gran metrópoli entrará en un periodo de “transición ordenada y gradual” hacia el color naranja del semáforo, -como si esto fuera ir al mercado y comprar naranjas o como sea fuera cambiarse de calcetines-, obviamente respondiendo, acatando y siguiendo las órdenes recibidas desde Palacio Nacional; mientras esto pasa, las cifras de muertos y de contagios en el país aumentan.
También, mientras el mandatario nacional sigue con sus giras por varios estados del país: ayer en Veracruz, hoy martes por Tlaxcala, en Puebla el miércoles, el jueves por Pachuca y el viernes en Morelos, las protestas se han incrementado, tan sólo ayer, en Xalapa se realizaron dos: la primera fue de familiares de desaparecidos, campesinos y amas de casa, que reclamaron a AMLO escuchar y atender peticiones; incluso, ahí se escuchó el grito de la voz de una mujer que al seguir el automóvil con el presidente en su interior, le espetó: “sólo atiendes a la mamá de El Chapo”.
Por los materiales en video y fotografías, a los manifestantes se les veía enardecidos y muy enojados, los familiares de personas desaparecidas le reclamaron al mandatario que bajara de su vehículo y que escuchara el caso, pero como no hubo respuesta, el grito de la mujer vino; sin embargo, con los rostros de sus familiares en cartulinas y el enojo, tuvieron que ver cómo el vehículo presidencial se retiró sin ser escuchados por quien dice que primero están los pobres.
Una segunda protesta se dio en el palacio de gobierno, donde al menos unos 200 mexicanos le gritaron al presidente que “miente y que no hay trabajo ni comida”. Mientras López Obrador se había encerrado en un fuerte dispositivo de seguridad donde dio su conferencia mañanera, en la conocida Plaza Lerdo, frente a Palacio de Gobierno, los inconformes denunciaban que AMLO ha ignorado la solicitud de apoyo alimentario para miles de familias, veracruzanos que se quedaron sin ingresos por la pandemia. De igual forma denunciaron como falsas las promesas de Obrador de crear nuevas fuentes de empleo, por lo que plantearon la instrumentación urgente de un programa nacional de generación de empleos.
Y es que, en lo que va del 2020, y tras el confinamiento establecido por el gobierno federal, se sabe que 12.5 millones de mexicanos han perdido sus fuentes de trabajo, cifra que ha impactado de manera negativa y directa a la Población Económicamente Activa del país. Los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), recabados en la Primera Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo, la PEA pasó de representar en el mes de marzo al 59.7% de la población que tienen edad de 15 años y más que cuentan con empleo o buscó uno, a 47.3% en el mes de abril.
Por eso, la protestas de ayer en Veracruz le pegan más a la supuesta popularidad de AMLO que cada vez más va a los suelos con un 47% de aceptación; pero más allá de esto, se refleja y se ve una población inconforme en todos los ámbitos y por el otro lado a un presidente provocador y sordo al no escuchar las demandas y necesidades.
El grito generalizado del fin de semana y este lunes, fue que el presidente miente sobre la gravedad de la pandemia y sobre los programas de apoyo que está destinando para la población vulnerable y se calificó como irresponsable el hecho de que le solicite a los mexicanos volver a la normalidad como si no pasara nada, pues millones de personas ya no tienen empleo al cual regresar; eso sí los datos nos dicen claramente, cómo en México ya hay más de 150 mil contagios y muy cerca de tener 20 mil muertes.
En Veracruz cientos de empleadas que trabajaban en casas fueron despedidas, a los vendedores ambulantes se les prohibió vender y los mercados fueron cerrados; a los boleros se les prohibió trabajar, los taxistas no juntan ni lo de su cuenta, los meseros fueron despedidos y cientos de obreros fueron despedidos al igual que muchos jornaleros agrícolas; del gobernador veracruzano Cuitláhuac García, como el de Puebla o Morelos, una pésima emulación de López Obrador.
AMLO salió a sus giras; la primera semana, tras su «nueva normalidad, por estados del sur y en esta semana se enfoca al centro del país, pero los mexicanos, enojados e inconformes por la mala operación con la pandemia del COVID-19, más los nulos apoyos que se han recibido en alimentos, sumado a las mentiras que él y el subsecretario de Salud Hugo López Gatell, mexicanos salen a protestar y lo encaran también en redes sociales; ayer, por ejemplo, llamó la atención un hashtag (HT) que desde las 10 de la mañana se coló en segundo lugar de lo más mencionado en la plataforma y que duró hasta pasadas las 4 de la tarde, logrando sumar más de 230 mil mensajes ciudadanos.
El clímax no político… Y quien también, prácticamente en toda su administración, ha tenido oídos sordos hacia sus gobernados, es el mandatario priista Omar Fayad, pues también ayer fue denunciado por una manifestación que encabezó la líder social, Guadalupe Orona Urías, porque el gobernador se ha negado a implementar un programa alimentario que beneficie a los hidalguenses afectados por la pandemia. La misma receta federal, Fayad Meneses y la mayoría de sus ayuntamientos insistieron a la población para que permanezca en casa, pero ni una despensa están dispuestos a entregar a todos los que se han quedado sin empleo; los priistas ven la tempestad y prefiero mojarse, ahí esta también el mexiquense Alfredo del Mazo y el oaxaqueño Alejandro Murat, fieles a la política mentirosa y demagógica de la Cuarta Transformación. Por el momento, querido lector, es todo.