Esténtor Político
México vive tiempos oscuros y trágicos, como si fueran posteriores a una guerra recién librada. Las causas son varias. La primera, una pandemia provocada por el COVID-19, que ha dejado más de 110 mil muertos y más de un millón 200 mil contagios; la segunda, las trágicas inundaciones que han damnificado a cerca de un millón de personas en Tabasco; y la tercera, la incompetencia del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) para atender estos problemas y otras necesidades cruciales de la población mexicana.
En el mundo, mientras tanto, hemos presenciado sucesos relevantes que están modificando el horizonte y que quizás, dentro de una década o un poco más, pudieran definir el inicio de un proceso de cambios en nuestro país. Por un lado, China ha emergido económicamente y terminará siendo la punta de lanza en la región indo-pacífico y por otro Rusia, que ha crecido y se posiciona como una nación que brinda bienestar material y espiritual a su población, están dando hoy un ejemplo de cómo se debe atender y contener el COVID-19.
Otro de los hechos a considerar es el resultado de la reciente elección presidencial en Estados Unidos (EUA), cuya incidencia en México, de acuerdo con los analistas políticos, puede ser en el corto plazo porque, pese a que el magnate Donald Trump abandonó y malgobernó a los estadounidenses, el proceso electoral no registró abstenciones y el presidente por poco repite en la Casa Blanca.
En el país vecino votaron más personas que en las 120 elecciones presidenciales anteriores: casi 80 millones por Joe Biden y más de 74 millones por Trump, quienes se convirtieron en los políticos más votados en la historia de EUA. La pandemia y la ilusoria campaña de Trump denunciando un posible fraude electoral ‘auguraban’ un alto índice de abstencionismo, pero no fue así, pues sufragó el 67% de la población registrada en el padrón electoral.
El gobierno mexicano debe entender que ese resultado en el país vecino influirá en el proceso electoral de 2021, como ya advierten políticos de todos los partidos, sobre todo morenistas, quienes parecen ‘desquiciados’ en su afán por figurar como precandidatos a los múltiples puestos que estarán en disputa el año próximo.
Sin embargo, van a pesar varias cosas en todos los partidos, incluido el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), en los gobernadores y, sobre todo, en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), donde algunos de sus colaboradores han convertido a sus secretarías en verdaderos estanques de corruptelas, injusticias, atropellos y soberbia.
El Gobierno Federal, y todos los gobernantes morenistas, conocen los errores que han cometido; los tienen presentes y por eso ahora está preparando una estrategia para profundizar el engaño y la manipulación. Un parte de su plan consiste en que, a partir del 10 de diciembre, entregarán apoyos de entre ocho mil y 15 mil pesos por familia a una parte muy pequeña de los damnificados en Tabasco, a quienes condicionarán tal entrega. Otra será la dotación de la supuesta vacuna contra el COVID-19, cuya aplicación se hará entre diciembre y junio, pero sin una estrategia precisa.
México vive momentos muy sombríos. El 70% de las familias no ha tenido alimentos suficientes por falta de ingresos y porque los jefes de familia no tienen empleo; las personas con ingresos insuficientes para adquirir la canasta alimentaria aumentaron del 35.7% al 44.5% de la población; las muertes por COVID-19 crecen aceleradamente y la inseguridad y violencia están incontrolables.
El escenario político y social para las elecciones también es sombrío pero, poco a poco, la arena electorera se calentará y veremos si AMLO logra mantener su poder en 2021. Veremos si el poder del pueblo se impone sobre las injusticias, las atrocidades, la manipulación y engaños de la 4T. Por el momento, querido lector, es todo.