Esténtor Político
En su poema Caverna, José Emilio Pacheco escribe: “Aquí sabemos a qué sabe la muerte, aquí sabemos lo que sabe la muerte, la piedra le dio vida a esta muerte, la piedra se hizo lava de muerte. Todo está muerto”. Como en estos versos, México también tiene claro a qué sabe la muerte pues hoy le llora a más de 90 mil muertes y más de 900 mil contagios por COVID-19; tragedia que sigue ignorando y mal atendiendo el Gobierno Federal al no prevenir, atender y evitar tanto fallecimiento.
Hoy se cumplen ocho meses del primer caso de Coronavirus en nuestro país y justo cuando todos los mexicanos recuerdan a sus fieles difuntos con el conocido “Día de muertos”, miles de familias, aún sin secárseles el rostro humedecido por las lágrimas, se preparan para entrar a un segundo confinamiento porque la amenaza del rebrote, a decir de especialistas, podrá traer más muertes y más contagios.
Nuestro país en términos absolutos ocupa el cuarto lugar mundial con más fallecimientos y en la tasa de muertes por cada millón de habitantes se sitúa en el décimo. La Universidad Johns Hopkins, aseguró que Estados Unidos es el país con más muertes por COVID-19 acumulando ya 227 mil 673; luego está Brasil con 158 mil 456; la India con 120 mil 10 y nosotros, como nación, ocupamos el cuarto lugar con 90 mil 309 fallecidos hasta el 28 de octubre.
La misma Universidad asegura que la Ciudad de México -donde a decir de especialistas uno de cada tres hospitalizados por Coronavirus se muere- Estado de México y Veracruz concentran el 33% del número total de los decesos con 29 mil 700. Según declaraciones oficiales, el 22 de agosto México superó lo más fuerte y agresivo de la pandemia, pero la realidad dice otra cosa; López Gatell y Andrés Manuel López Obrador se han dedicado a manipular las cifras de COVID-19 y engañar a la población.
Esta mañana, Romero Pérez Ortiz, un oaxaqueño ejemplar, Doctor en Física y Matemáticas por la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, Rusia, nos comentaba que si solamente tomáramos el programa oficial “Centinela”, mencionado en algún momento por la autoridad mexicana, los difuntos ya andarían arriba del medio millón de mexicanos y los contagios cerca de ocho millones. La alarma por la crisis pandémica es más preocupante de lo que miles de mexicanos nos imaginamos.
“El verdadero error es que López Gatell y AMLO mintieron con las cifras; los datos no son reales, nunca han sido reales en los ochos meses de crisis sanitaria”; el matemático Pérez Ortiz también citó al profesor-investigador del Colegio de México, Julio Boltvinik, quien en su momento denunció que el programa “Centinela” quedaba rebasado porque su factor de riesgo era de 8.3; mientras que él aseguraba que el verdadero factor para medir era de 33.1, mismo que para el mes de mayo la cifra de contagios era de 690 mil.
Hoy si tomamos el factor de riesgo de 33.1 la cifra de contagios rondaría la nada alentadora cifra de 28 millones de contagiados en México y más de dos millones de muertos, ¿Será correcto el dato?, ¿las mentiras oficiales y la opinión de usted, querido lector, pueden darle credibilidad o no?. Pero tomando, incluso el factor de riesgo que Gatell refirió en un momento de la pandemia con el programa “Centinela”, la cifra andaría al finalizar este mes de octubre, en siete millones 400 mil contagiados por COVID-19.
La crisis pandémica no sea acabado y será más cruel si el gobierno sigue sin hacer pruebas suficientes y destinar recursos en materia de salud, esto último cada vez más lejano, cuando en estos días López Obrador, con sus diputados en el Congreso de la Unión, aprobaron una reforma con la que el Gobierno Federal va a incorporar 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar en la Ley de Ingresos 2021, una bolsa que tiene más tintes electorales que clara intención de ayudar a la población mexicana.
México, como en el poema que citamos de José Emilio Pacheco, tiene claro a qué sabe la muerte y -aunque pareciera que todo está muerto porque hay más pobreza, más insalubridad, inseguridad, violencia; además de las amenazas, represión política y policíaca por gobiernos de la Cuarta Transformación, sumado a un mal gobierno que hunde más al país- algo se puede hacer. Todos los mexicanos podemos dar un golpe de timón y eso sólo puede ser en el 2021, ahí le podemos quitar a Obrador y Morena la Cámara de Diputados y, en todo el país, no votar por ningún candidato de Morena. Eso debe suceder antes de que México continúe en lágrimas y sólo llorando a sus muertos. Por el momento, querido lector, es todo.