Esténtor Político
Mientras ayer por la mañana el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), mostraba sus amuletos con la figura religiosa «Detente del sagrado corazón de Jesús» e inmediatamente aseguraba que no hay enemigos, sino adversarios, (mientras esto sucedía como quien hace los preparativos para un gran truco), por la tarde se sabía que en la Cámara de Diputados se estaban aprobando iniciativas de reforma a las leyes generales de Instituciones y Procedimientos Electorales, y de Partidos Políticos que permitirán la reelección de los legisladores.
Esas reformas fueron avaladas con 254 votos a favor, 20 en contra y tres abstenciones y plantean que los diputados pueden mantener su cargo hasta el 2030, ahora las iniciativas pasarán al senado para su evaluación; de aprobarse, que seguramente así será, los legisladores (que ya sabe usted quiénes son mayoría) podrán hacer campaña mientras siguen en el cargo como diputados; si ganan, tendrán un nuevo periodo. Se podrán reelegir y harán campaña sin perder su actual cargo.
Esto era, al final del día, el gran truco; la magia del Coronavirus hace que la población esté atenta y esté al pendiente de lo que pasa con la pandemia, un poco de distracción que López Obrador y Morena saben aprovechar; todo eso para avanzar de prisa con leyes que favorezcan a Morena para el próximo 2021, año electoral que está ya a la vuelta de la esquina.
Pero no sea usted mal pensado lector de Esténtor, ni tampoco crea, (porque solo un conservador o alguien que «no ve lo bien que va nuestro país» y que la gente «vive feliz, feliz y feliz») o piense que el presidente AMLO y Morena están capitalizando el fenómeno del Coronavirus; eso sí, todos lo vemos, en la parte preventiva no hay una estrategia bien planeada. Incluso, en la Ciudad de México, donde gobierna la morenista, Claudia Sheinbaum, se sabe que muchos capitalinos viajaban en vuelos donde hubo infectados; sin embargo, ella, fiel a su política, no ve, no oye y no escucha.
Muchos mexicanos, me atrevo a pensar, no estarían en contra de que alguien se reeligiera en algún puesto de gobierno, siempre y cuando esté permitido por la Constitución; también, me atrevo a imagina, que muchos mexicanos estarían de acuerdo, siempre y cuando los gobernantes municipales, estatales federales, fueran buenos gobernantes y hubieran trabajado en favor del pueblo que los eligió, y que esos logros de verdad fueran palpables y estuvieran a la vista de todos.
¿Eso es visible con los diputados actuales? Lamentablemente no. Los cambios con las iniciativas de ley que se están haciendo es para ponerle rosas al camino, ya de espinas, de López Obrador; un camino que ya no sabe por dónde avanzarlo porque todas sus promesas han sido incumplidas y él sabe que para mantenerse en el poder o imponer a su sucesor, tiene que modificar algunas leyes de la Constitución.
AMLO sabe muy bien que los tiempos electorales se acercan y es necesario meterle velocidad a las iniciativas para lo que necesita cambiar en la Carta Magna; ese es el verdadero truco, ese es el verdadero juego. El amuleto, el show en las mañeras y hacerse el fuerte y seguir en eventos sin que sea riesgoso por el Coronavirus, sólo es cortina de humo, el sombrero y la varita mágica de un ilusionista barato.
El clímax no político… ¿Quién golpea a Antorcha en Oaxaca? Ya se ha hecho costumbre, con cierta periodicidad, que “El Consejo de Defensa de los Derechos del Pueblo” y “El Comité de Defensa de los Derechos de la Mujer” (Codep-Codem), ambos integrantes del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos”, de pronto se aparezcan y ofrezcan una conferencia de prensa en la que calumnian al antorchismo de esa entidad: los acusan de ser paramilitares, agresores, vividores, asesinos y desestabilizadores de los pueblos indígenas. El desconocido Observatorio, El Consejo y El Comité, calumnian a miles de mexicanos organizados en el antorchismo pero no presentan ninguna prueba, los acusan de violar los derechos humanos, pero tampoco publican algún documento para respaldar sus dichos; eso sí, piden la intervención del gobernador del estado para que haga justicia.
Antorcha en Oaxaca tiene entre su militancia a miles de indígenas y es a ellos a quienes se les acusa sin pruebas; esta gente, a pesar de lo que se dice, es a la que Antorcha le ha llevado tranquilidad, justicia y ayuda para hacer menos cruel su vida; les ha ayudado a gestionar aguas potables, viviendas, pavimentaciones, escuelas, jardines, electrificaciones, etc. Los ataques contra Antorcha -no hay duda alguna-, buscan ensuciar la imagen del antorchismo y de los dirigentes Dimas Romero en la entidad y César Hernández en la Mixteca; sin embargo, estos respetan totalmente a los pueblos indígenas y sus tradiciones; ellos sólo los encabezan, educan y organizan para conquistar mejores condiciones de vida. En Antorcha están los mexicanos que desean progreso y bienestar para sus pueblos y comunidades y esto no los exime de participar en asuntos positivos de sus comunidades, basados en los usos y costumbres que tengan.
Los que hoy calumnian y atacan, son mera fachada que oculta algo de fondo; los calumniadores no sostienen sus ataques y sus inconformidades no tienen sustento pues nunca han dado pruebas. Por otro lado, se sabe que en los primeros días de febrero, el senador morenista Salomón Jara anduvo recorriendo algunos municipios de la entidad y se reunió con habitantes de Santa Cruz Acatepec, San Pedro Ocopetatillo, Santa Ana Ateixtlahuaca, entre otros; parece, la lógica así lo indica, que por ahí se sustentan los ataques recientes.
Los oaxaqueños recuerdan muy bien que en el 2015 salieron algunas imágenes de la boda de la hija del senador morenista y también en el 2019 se le acusa de malversar 80 millones de pesos. Parece que los ataques contra Antorcha provienen de este senador y que el presidente López Obrador, estaría a favor de que así sea.
Por cierto alguien debe saber las razones de por qué AMLO ha ido a Oaxaca en al menos 12 ocasiones, y por qué prepara para este fin de semana una más; AMLO estaría yendo a esa entidad una vez por mes en lo que lleva de administración; por lo visto hay una buena relación con el senador Salomón Jara y, ¿con quién más?. Por el momento, querido lector, es todo.