Esténtor Político
Abunda el caos, muertos y baños de sangre por todas partes. La inseguridad, la violencia y la pandemia se han convertido en la normalidad mexicana. 66 mil 64 homicidios dolosos y más 90 mil muertos por COVID-19 en lo que va del sexenio. La lacerante omisión lleva al desastre.
Vivimos días de decisiones y de impulsos de barbarie, algunas con bases de razón y otros por sectarismo puro. Mensajes cruzados desinforman y hunden más a nuestro país en una mazmorra a la que difícilmente se le verá la salida.
La confrontación de los gobernadores de la Alianza Federalista suprime la sumisión de Andrés Manuel López Obrador. Es cierto que ha causado conflicto y enredo la famosa “purificación” del Presidente sobre el gasto público de todo el país.
Los recortes presupuestales a diversos sectores, dependencias y la reciente extinción de los 109 fideicomisos, una apropiación de 300 mil millones de pesos, además de su “asalto” más reciente de 33 mil millones del sector salud, han causado una extrema inestabilidad social y una persecución con lógica macartiana sobre quienes contradigan al poder; terror al enemigo.
La anunciada separación de 10 gobernadores del Pacto Federal rompe con la expectativa de López Obrador de controlar el poder como él quiere, jugando sus mejores piezas a conveniencia y reteniendo el poder antes y después de los comicios de 2021. En la huelga se puede leer un hartazgo y la batalla política inicia. ¿Será esta la oposición que México necesita? Falta mucho por descubrir y ser testigos del contrapeso que se ha formado para estrellarle la realidad a AMLO.
La injuria y la mofa de Palacio Nacional calificaron de traidores de la patria a los “gobernadores rebeldes”, sin embargo, la lucha que emprenden es válida y justa, siempre y cuando busquen el bienestar común de sus gobernados.
Con el impulso sectario se destruye lo anterior, jamás se construye el futuro. La ideología centralista nos regresa al pasado de La Guerra de Reforma, tratando de convencernos que la política es solamente religión y obediencia. La zalamería incondicional, sea o no afectada, se tapa los oídos para no caer en tentación, cambiar de religión, Dios o creencia.
Lo que presenciamos son días de unión, de argumentos sólidos y no de debilidad frente al Leviatán hecho Estado, que poco a poco se traga una democracia construida y escrita con la sangre de muchos mexicanos. La oposición y la realidad (pandemia, inseguridad, economía, etc.) podrían acabar con la retórica de López Obrador y parar la justificación de utilizar el nombre del pueblo para demoler lo que ordene.
Aquí todos tenemos patria, no es sólo para selectos por la alta tribuna. La 4T modela y moldea una figura de rezago y miseria. El sentimiento de que algo se había torcido enardece a la base que toda oposición necesita: su pueblo. El lema de unir al país pierde sentido ante un grupo que se acerca a la ultraderecha como FRENA. Esa no es la opción.
Por el momento, queda abierto el diálogo entre ejecutivo federal y estatales –si es que acepta- que exigen mejores condiciones para sus respectivas entidades con un PEF 2021 sano y sin tijerazo. Porque tras el anunció de que la economía de los estados ha caído hasta un 42%; el peligro acecha para la población y se abre una confrontación de Estado vs Estado; aunque los gobernadores federalistas llevan la parte, en este momento, de más beneficio parra la población mexicana. Por el momento, querido lector, es todo.