Esténtor Político
Lo que diariamente acontece en el país, desde las declaraciones del presidente mexicano hasta las soberbia e indiferencia de algunos gobernantes, -como el de Veracruz, Cuitláhuac García; de Oaxaca, Alejandro Murat; del Edomex, Alfredo del Mazo y de Hidalgo, Omar Fayad-, para atender las necesidades de los ciudadanos y usar como recurso la represión política, ahora con amenazas de cárcel, como lo hace el morenista Miguel Barbosa, no deja lugar a dudas de que en México existe una crisis política y que quienes la están ocasionando son las mismas autoridades federales y estatales.
Desde hace dos semanas el presidente López Obrador y sus operadores han cambiado la jugada para evitar reclamos y hasta protestas que sufre el pueblo mexicano por la pandemia del COVID-19; esos ajustes han consistido, en poner en la agenda política y mediática otros temas, entre ellos la operación a detalle de acciones a nivel nacional e internacional como la extradición de Emilio Lozoya y que hoy tienen, con el “Jesús en la boca” a muchos políticos, o el caso de la aprehensión de César Duarte.
También se ha visto que desde el gobierno federal se ha comenzado a tener acciones contra los gobiernos de los estados de la República; lo primero es que la Cuarta Transformación (4T) recortó 18 mil millones de pesos a las entidades, entre enero y mayo del 2020, el reporte es un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Publicas de la Cámara de Diputados.
Y es que el Gobierno Federal, por instrucciones de AMLO, ya para estos días trae un subejercicio muy alto y está dejando sin transferir recursos que pertenecen a las aportaciones a las entidades, aportaciones que son recursos etiquetados para educación, salud, seguridad, e infraestructura) es decir, no se cometería ningún exceso si dijéramos que la 4T le está robando a los estados su dinero.
El Gobierno Federal argumenta que por la pandemia y el confinamiento existe una actividad económica menor y dado que el gobierno federal obtuvo una menor recaudación tributaria entonces la caja económica para repartir entre las entidades es más pequeña; pero, esto solamente es cierto en parte, puesto que el mismo gobierno federal tienen otros ingresos o puede recurrir a prestamos, incluso a nivel internacional, mismos que los mexicanos no verían con desagrado, pues se trata de atender la vida y la sobrevivencia de la población.
Pero además, los especialistas en economía aseguran que en realidad el factor verdadero de tener una bolsa de dinero más chica es por la menor generación de ingresos petroleros; por ejemplo, los ingresos por la venta de petróleo en 2018, cuando AMLO aún tomaba protesta, fue del 19.1% del ingreso total, mientras que para el 2019, hasta noviembre, ya era de 17.2%, es decir dos puntos menos según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
También los estudiosos señalaron, en su momento, que si el gobierno de AMLO no ayudaba a revertir la caída de la producción era posible que los ingresos petroleros pasara de aportar del 17% de los ingresos totales a sólo 12% en el corto plazo, lo cual sería un impacto a las finanzas públicas, impacto que ya lo vemos ahora en el recorte de recursos a los estados.
La entrega de recursos presupuestados para las entidades federativas por la vía de aportaciones federales era de 335 mil 40 millones de pesos para los primeros cinco meses del año 2020, pero sólo se repartieron 324 mil 788 millones lo que significa un faltante de 10 mil 256 millones; siendo afectados la CDMX, Hidalgo, Baja California, Aguascalientes, Tamaulipas y Chiapas.
También en el caso de las participaciones, que son los ingresos más importantes de los estados, la afectación de menos recursos se extendió a un número mayor de territorios. De los 411 mil 128 millones de pesos que se programaron otorgar, sólo se destinaron 402 mil 928 millones, lo que dejó un agujero de 8 mil 200 millones; en este rubro fueron fueron 21 las entidades que recibieron menos dinero del estipulado, la mayoría gobernadas por priistas: Zacatecas, Coahuila, Campeche, Sonora, Estado de México, Tamaulipas, Hidalgo y Sinaloa.
La 4T no entrega recursos a estados y sí, por debajo del agua, apoya a los a los territorios morenistas. Por lo visto, Morena quiere tomar ventaja para las elecciones del 2021; para eso niega recursos (los guarda) y se apresta realizar reformas en los congresos locales, como en el caso de Puebla, con Miguel Barbosa, que quiere debilitar la oposición y favorecer a los candidatos morenistas; las maniobras que impulsa el gobernador poblano es una ofensiva y ataque contra la democracia rumbo al 2021 y eso pretende ser replicado en varios estados además de quitarle recursos a los municipios, que en automático es quitarle obras y servicios a los mexicanos. Por el momento, querido lector, es todo.