Esténtor Político
La violencia y la inseguridad en nuestro país no paran y con más insistencia siguen generando terror, temor y mucho miedo entre la población, sobre todo en estados como Zacatecas, Michoacán y Guanajuato, que se han presentado, en las recientes semanas, como los más violentos; sin embargo, se puede asegurar que la inseguridad es un mal y un cáncer que acosa y amenaza a gran parte de las entidades del país. Veracruz, Puebla y la ciudad de México, por ejemplo, son otras entidades donde los mexicanos se sienten muy inseguros.
Zacatecas, donde recientemente tomó el control político el hermano de Ricardo Monreal, ha vivido una serie de hechos terroríficos, ‘macabros y sangrientos’, como lo ha señalado la prensa estatal y nacional. Los calificativos no son para menos, pues ahí se han visto cuerpos colgados, cadáveres tirados envueltos de pies a cabeza o abandonados, en el interior de una furgoneta, en la plaza principal de Zacatecas, a escasos metros de Palacio de Gobierno. Los hechos hacen recordar la fallida decisión de AMLO, anunciada a finales de noviembre cuando, con bombo y platillo, desplegó al menos tres mil 844 elementos del Ejército y la Guardia Nacional para, según dijo, ‘recuperar la paz de los zacatecanos’.
De acuerdo con datos del mismo Gobierno Federal, 2021 terminó con 33 mil 410 homicidios dolosos, según una reducción del 4.1% frente a los 34 mil 554 asesinatos de 2020; sin embargo, las cifras podrían ser dudosas debido a que la percepción de inseguridad de los mexicanos aumentó del 64.5% en septiembre al 65.6% en diciembre, esto difundido por la encuesta trimestral del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), haciendo que casi siete u ocho de cada 10 mexicanos se sientan inseguros en el lugar donde viven.
Por ejemplo, la percepción de inseguridad en espacios físicos durante el mes de diciembre fue: el 76.6% de la población se siente insegura en los cajeros automáticos; el 70.2% en el transporte público; 62.4% en el banco; y 57.9% en las calles que habitualmente usa.
Por otro lado, las ciudades con mayor porcentaje de personas que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Fresnillo (96.8%); Ciudad Obregón (95%); Naucalpan de Juárez (92.1%); Zacatecas (89.4%); Irapuato (89%); y Uruapan (86%); lugares de los tres estados que al inicio del texto hicimos referencia.
Nuestro país ha registrado los periodos más violentos de su historia en los primeros dos años de mandato de Andrés Manuel López Obrador, con 34 mil 690 asesinatos en 2019 y 34 mil 554 en 2020; en 2021, México cerró con 33 mil 410 homicidios dolosos, que para el caso y los hechos que vemos más recientes, como en Zacatecas, la cifra podría ser dudosa, debido a la tendencia al alza en la violencia y asesinatos.
En lo que va del sexenio de AMLO, hasta el 14 de febrero, se habían registrado ya 112 mil 569 homicidios dolosos; cifra que superó ya a los sexenios de Carlos Salinas (76 mil 767), Ernesto Zedillo (80 mil 671), Vicente Fox (60 mil 280) y estaría muy cerca de Felipe Calderón (120 mil 563) y Peña Nieto (156 mil 66); aunque si comparamos los 38 meses de gobierno de cada sexenio, la administración de AMLO lleva un 65 por ciento más de incremento en homicidios que el del gobierno de Carlos Salinas. La proyección que se hace para el final del sexenio es de 213 mil 150 homicidios dolosos, 57 mil 84 más que el sexenio de EPN.
A finales de enero, Marcelo Ebrard, el embajador Ken Salazar y Rosa Icela Rodríguez dieron a conocer el ‘Plan de Acción de Entendimiento Bicentenario’, un plan de seguridad con enfoque integral entre México y Estados Unidos; a pesar de ello, la inseguridad y la violencia siguen siendo un problema que escapa de las manos del Gobierno Federal. Su política de abrazos no balazos no ha funcionado a pesar de que ya va la mitad de la administración morenista.
En México no existen verdaderos mecanismos que combatan la violencia e inseguridad, la delincuencia trae en jaque y en terror a la inmensa mayoría de la población, pues ocho de cada 10 mexicanos se sienten inseguros. López Obrador, la 4T y Morena, como en los otros grandes problemas que aquejan a la población, como la pobreza, marginación, crisis económica, crisis de salud, no escuchan el clamor popular sobre la inseguridad. Urgen cambios estructurales en seguridad, urge la generación de una política de seguridad bien analizada y que se ponga en marcha de inmediato.
Lamentablemente, lo único que vemos a diario son muertes y un Presidente que ha perdido el control total del gobierno del país; la seguridad de los mexicanos es amenazada y es necesario, entonces, que el pueblo se una para cambiar de inmediato a quien está encargado de cuidarlo y no lo hace, al Presidente. Por el momento, querido lector, es todo.