Esténtor Político
La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegó a medio río con muchísimos problemas y estos hacen que su sexenio esté perdido y termine siendo un fracaso total. Su demagogia y sus mentiras, usando el lema de ‘primero los pobres’, van a quedar en la historia arrinconada de su propio personaje, porque durante los años que le restan de gobierno ya no podrá hacer nada y tendrá que seguir usando sus mismos recursos demagógicos y de querer ocultar, -sin lograrlo- los problemas que los mexicanos sufren a diario como el aumento de la pobreza, la alarmante inseguridad y violencia que ha dejado 98 mil homicidios dolosos y un muy trágico dolor por la pérdida de al menos 258 mil muertos por COVID-19.
Los pocos resultados en seguridad donde la Guardia Nacional se ha convertido, por órdenes directas del mandatario, en un grupo represor como lo hemos visto recientemente con brutales agresiones hacia los migrantes; una crisis económica acentuada y profunda donde no se han recuperado los empleos perdidos durante la pandemia y, por el contrario, millones de mexicanos han pasado a la informalidad; el pésimo manejo de la pandemia y ahora más peligrosa con el obligatorio regreso a clases por la soberbia de Obrador, más el desgaste natural del ejercicio de gobierno, le empezarán a cobrar la factura antes de que se ‘refugie’ en definitiva en su rancho de Palenque, como él mismo lo dice en las últimas líneas de su libro A la mitad del camino.
El tiempo transcurrido del gobierno morenista se ha caracterizado por ser de mentiras y demagogia; tan solo en tres años, de acuerdo a la consultora SPIN que dirige Luis Estrada, el mandatario mexicano ha dicho 61 mil 79 afirmaciones que resultaron no ser verdaderas (sino viles mentiras y algunas son completas calumnias); incluso, la empresa al hacer la comparación con el ex mandatario estadounidense, Donald Trump, destaca que ‘nuestro’ presidente duplicó la cifra de 30 mil 679 mentiras que el gobernante gringo dijo durante todo su gobierno.
Se sabe que en mil cinco días de gestión ha realizado 684 conferencias mañaneras con un promedio de duración de 108 minutos, espacios donde la palabra ‘justicia’ (manejada hipócritamente porque nada de eso existe en este gobierno de la 4T) ha sido repetida en mil 211 ocasiones; en ese espacio que le ha servido como púlpito para atacar a propios y extraños ha tenido que repetir y repetir frases que ya no son creíbles y más si ahora sabemos que ha dicho entre 70 y 75 mentiras por día.
Y aunque hoy, en su Tercer Informe de Gobierno, el presidente López Obrador ‘presumió’ logros en materia económica, la verdad es que México está convulso y muy inconforme con su gobierno en todas la áreas; el hecho de que las remesas a nuestro país hayan aumentado no quiere decir que sea obra y resultado del buen gobierno obradorista, sino que nuestros paisanos, preocupados porque sus familiares en México han sido abandonados absolutamente, se han apretado el cinturón y han decidido apoyar con más recursos a su parentela para que puedan curarse o simplemente sobrevivir.
Por otro lado, políticos, académicos e intelectuales, han referido que durante estos tres años de gobierno se ha dado una ‘indeseable concentración de poder’, destaca por su opinión, el constitucionalista Diego Valadez, que calificó de ‘incomprensible’ que “a más de 100 años de Revolución Mexicana persista esa concentración de poder en todos los niveles, desde el federal hasta el municipal, y llamó a los ciudadanía a suprimirlo; incluso, el mismo Porfirio Muñoz Ledo, al participar y clausurar el conservatorio ‘Movimiento por la República’, aseguró que “En las democracias incipientes es peligroso debilitar a las instituciones públicas y a las organizaciones sociales”.
Pero más allá de lo que digan los grupos políticos o los que AMLO llama adversarios, la realidad, que siempre es terca y se impone, habla y grita; así vemos por ejemplo cómo la carencia a la atención de la salud de los mexicanos persiste y no hay acceso a medicamentos y el cuidado médico es pésimo y muy deficiente. El reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) informó que entre 2018 y 2020 hubo una baja de 38 por ciento en la cifra de personas atendidas en servicios de salud públicos, mientras aumentó en 5.7 millones la que acudió a servicios privados.
La afectación más grave fue hacia los mexicanos que viven en zonas rurales; pero, además, imagine usted amigo lector de Esténtor, la Secretaría de Salud pasó de atender a 9.6 millones de personas a 5.5 millones, es decir una reducción de 42%; otro dato de impacto, para ilustrar, es que de julio de 2019 a junio de 2020 el IMSS recibió 5 mil 475 quejas por la negativa de acceso a medicamentos, un aumento de 721 por ciento respecto al año previo. ¿Por qué no dijo esto AMLO en su tercer informe?
Y la pandemia ha sido otra gran crisis con la que AMLO y su gobierno no pudieron y tendrán que cargar con los más de 258 mil muertos en cifras oficiales, aunque datos extraoficiales hablan de cerca de un millón de fallecidos por COVID-19. Imagine usted, los datos de la Secretaría de Salud, señalan que hasta el 27 de agosto 57 millones de personas han accedido a una vacuna en el país, pero con esquema completo la cifra se reduce a 32.8 millones, que es un 36 por ciento del total de la población adulta y un 25% si tomamos a toda la nación; sólo uno de cada cuatro mexicanos ha sido vacunado, por eso el número de contagios y muertes, aumenta, aumenta y aumenta.
AMLO se refirió como ‘punto fuerte’ de su informe al ingreso mayúsculo de remesas, pero nunca dijo que en el país hay crisis económica originada por la pandemia; no dijo que se perdieron en el país 1 millón 395 mil 404 empleos y aceptando que ya se ha recuperado un millón 73 mil 791, lo recuperado es de un 76.9% de lo perdido; sin embargo, no se habla de que en esos empleos no existen prestaciones de Ley y que el esquema mayoritario de trabajo es el informal. Y como en el caso de las remesas, que no es logro del gobierno, también aquí el rescate en el empleo se debe al dinamismo que impulsa el propio mercado laboral, donde los mexicanos se han visto forzados a trabajar en la informalidad por la hambruna y la necesidad de sortear la crisis sanitaria, y no porque el gobierno esté poniendo las condiciones para que se recupere el empleo mexicano. Otro aspecto que AMLO tampoco refirió, ni en lo más mínimo, en su informe.
La Guardia Nacional con el Ejército y la Marina, han sido otro fracaso. El número de homicidios dolosos, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, nos dice que hubo un alza de víctimas de homicidio de este tipo: pues de 17 mil 885 que hubo en 2015 pasó a 30 mil 847 en los primeros once meses de 2018; pero en este mandato se han contabilizado al menos 98 mil víctimas por este delito, un promedio mensual de dos mil 872, que en comparación con el último año del gobierno de Peña Nieto, es superior.
En este gobierno la libertad de expresión es una utopía. La persecución a periodistas según no existiría, pero han sido asesinados 22 periodistas de acuerdo a Artículo 19; más aún, Reporteros sin Fronteras calificó la libertad de prensa como difícil y coloca a México en el lugar 143 de 180 y el mismo Obrador dijo el 20 de agosto que “no ha funcionado el mecanismo de protección a los periodistas”; a confesión de parte, relevo de pruebas, reza el dicho.
Y de la pobreza en México ni qué decir, con la 4T crece, se hace más cruda e inhumana. Según la cifras del Coneval en 2020 se dio un aumento de 3.8 millones de personas en situación de pobreza en contraste con 2018. Los resultados de la ‘Medición multidimensional de la pobreza en México 2018-2020’, nos dicen que en 2018 había 51.9 millones de personas en esta situación, mientras que en 2020, también año de la pandemia de COVID-19, dicha cifra incrementó a 55.7 millones; pero los datos extraoficiales hablan de al menos 90 o 100 millones de mexicanos que padecen algún grado de marginación y pobreza.
A dos años con nueve meses del arranque del gobierno de AMLO tiene acumulados muchos saldos en materia de violencia e inseguridad con 98 mil homicidios dolosos y más de 259 mil muertes y tres millones 350 mil casos de COVID-19; y aunque el lema ‘por el bien de todos, primero los pobres’ se sigue repitiendo y es insignia de la frente de la 4T, ahora menos mexicanos son beneficiados con los programas de ‘bienestar’ pues la miseria se apoderado de los hogares mexicanos con los precios muy elevados de los productos de la canasta básica alimentaria. La economía sigue sin reponerse y existe un ejercicio del gasto concentrado en los proyectos prioritarios de la 4T, AMLO sigue distanciado de la IP y México sigue sufriendo con la falta de generación de empleos bien remunerados.
El ambiente de polarización y crispación social a medio sexenio es alto y hasta ahora no parece que vaya a detenerse. AMLO no dialoga con la oposición, sigue atacando a la prensa que lo cuestiona y sí hay más represión política como se ha visto contra los migrantes y contra los alcaldes de la Ciudad de México; la persecución se vio más clara en días recientes contra Ricardo Anaya y contra su antecesor Enrique Peña Nieto. AMLO presenta un tercer informe oficial ante el Congreso de la Unión, pero «ante el pueblo» es el número 11. AMLO presenta un informe sin informe, porque no tenía nada que informar.
Ante esto, para los mexicanos muy dañados por la política de la 4T, Morena y AMLO, la mejor opción será (y ojalá y se acelerará) lo que el mismo mandatario nacional dice en la parte final de su libro: “deseo concluir mi mandato a finales de septiembre de 2024 para retirarme en definitiva del ejercicio de la política y vivir en Palenque el resto de mi vida…”; se entiende a su rancho ‘La Chingada’. Por el momento, querido lector, es todo.