Mientras vemos cómo la pulcritud de los funcionarios de la Cuarta Transformación (4T) cada vez es más escasa y no la encuentra uno por ningún lado, ahora el caso es con Mariana Imaz, hija de Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la CDMX, que recibió un millón 672 mil 568 pesos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) durante tres años; claro, no sea usted mal pensado amigo lector y ni por error vaya usted a creer que hay influyentismo de sus padres, el señor Carlos Imaz o de la señora jefa de Gobierno, máxima funcionaria de la capital del país. No, nada de eso, el dinero fue entregado por ‘becas y capacitación’.
El total de la beca que el Conacyt dio a Mariana Imaz fue de un millón 672 mil 568 pesos, información obtenida en la Plataforma Nacional de Transparencia del Inai; los recursos fueron entregados para temas de ‘becas y capacitación’ en la Universidad de California. Y aunque Claudia Sheinbaum ya aclaró que la beca hacia su hija no es influyentismo si no ‘por méritos propios’; lo cierto es que la hipótesis y las opiniones son contrarias a eso.
Así, la aclaración puede dejar abierta la duda de qué tan certera es la versión de Claudia Sheinbaum siendo ella una funcionaria pública; porque recordemos, también, que Carlos Imaz Gispert, exesposo de Sheinbaum y padre de Mariana, fue exhibido por haber recibido dinero de Carlos Ahumada, y aunque el verdadero golpe fue para René Bejarano y López Obrador que posteriormente él mismo declaró que había sido un complot de la ‘Mafia del poder’; claro aún no era Presidente de la República, porque ahora la mafia sigue existiendo, nomás que en las manos de el mismo Obrador.
Pero como ya quedó claro que ‘no hay influyentismo’ sino que la beca se ganó con el sudor de la frente de la señorita Imaz, algo que ‘deben aprender’ sin duda las mujeres más pobres del país como las chamulas, totonacas o tarahumaras que a diario se ganan, apenas, el pan con el sudor de su frente porque no tienen la más remota posibilidad de aspirar una mega beca del Conacyt como sí pueden los hijos de altos funcionarios y políticos.
Parece que el Conacyt es muy arropador y patrocinador, financieramente, de la 4T. Por ejemplo ahí está don Alejandro Gertz Manero, fiscal General de la República, o quien se sabe obtuvo el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel III de manera directa, sin contratiempos y sin pasar por Nivel I o II, aunque se alega que acreditó docencia y el desempeño de una labor en el país. Hoy por pura casualidad finalmente logró el nombramiento en abril pasado, bajo la dirección del Conacyt de Elena Álvarez-Buylla.
Y al hablar de corrupción, el caso más emblemático de en la 4T ha sido el videoescándalo de Pío López Obrador, hermano del mandatario nacional donde se le ve recibiendo dinero de manos de David León, operador político del entonces gobernador de Chiapas, Manuel Velasco; la salida de AMLO fue que se trató de donaciones y no un acto de corrupción; pero sí acotó que sí ocurrió corrupción en el caso de los videos donde aparecen personas cercanas a ex senadores panistas; un doble rasero en la política morenista.
Otro ‘negocito’ fue la triangulación de dinero de la Conade a partir de que Ana Guevara asumió la Dirección General de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) donde tres empresas, en complicidad con las federaciones deportivas, se usaron para triangular recursos públicos del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento y financiar con sobreprecios los viajes a campamentos y competencias.
A esto le tenemos que sumar las casas de Manuel Bartlett cuando en el mes de agosto de 2019, una investigación periodística reveló que desde que dejó el gobierno de Puebla y se dedicó al lopezobradorismo, Bartlett, actual director de la CFE, ha amasado una fortuna que no parece corresponder con los ingresos de alguien que ha dedicado su vida a la política; la información ha dicho que los últimos 18 años la familia Bartlett ha construido un imperio inmobiliario con 23 casas lujosas que se encuentran en las zonas más caras del valle de México: Las Lomas, Polanco, Tecamachalco, la colonia Roma y la ‘milla de oro’ en el Paseo de la Reforma.
Una más; en abril de 2020, el IMSS compró a una empresa sancionada y es que el gobierno siguió un inusual procedimiento exprés, de apenas cuatro días, para asignar directamente un contrato por 93 millones de dólares a un proveedor que desde hace 20 años ha sido acusado de fraude, sobornos e incumplimiento.
Ejemplos de corrupción e influyentismo sobran. Lo bueno es que el presidente Obrador ya está terminando con ambos males; sino imagínese usted, ¡pobre México!, ¡pobre de nuestra patria!. Por lo pronto ‘la casualidad’ los ‘méritos propios’ (no influyentismo) logró que Mariana Imaz Sheinbaum obtuviera una beca del Conacyt para estudiar en el extranjero, ojalá y corrieran la misma suerte algunos otros estudiantes mexicanos de la Montaña de Guerrero, de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, la Sierra Norte de Puebla o de la región Mixteca de Oaxaca. Por el momento, querido lector, es todo.