Lo expresado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sobre que la solución ante el feminicidio de la niña Fátima es seguir moralizando y purificando (sic) la vida pública, trajo muchas reacciones e inconformidades de organizaciones y agrupaciones feministas que hoy se ha convertido en un tema que está en la agenda del país.
Tras las declaraciones, el martes 18 de febrero se realizó una manifestación en Palacio Nacional donde se leyó un comunicado en el que se argumentó que «moralizar a la sociedad mexicana de la mano de las iglesias como lo propone AMLO no es una solución ante la violencia contra las niñas y mujeres» y argumentaron que es necesario que el gobierno federal implemente y tenga políticas públicas con perspectiva de género.
Haciendo un poco de memoria, en el mes de julio de 2018 el Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) emitió e hizo algunas recomendaciones para México; en lo recomendado se veía la preocupación por la lentitud y el retraso en la atención de temas fundamentales como el aumento en la violencia de género y por los diversos obstáculos en el acceso a la justicia con perspectiva de género.
El Comité de la CEDAW afirmaba que en el país por ningún lado se ven estrategias para el empoderamiento económico, educativo y laboral de mujeres de bajos ingresos, rurales, indígenas y con discapacidad. El documento destacaba, con énfasis, la falta de armonización en las leyes y protocolos sobre el aborto, y la ausencia de garantías para el acceso a derechos de las mujeres migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas.
Históricamente México ha sido un país con desigualdades y éstas han tenido un impacto fuerte y fundamental en la brecha de oportunidades entre hombres y mujeres, y han incidido de forma directa en la violencia; según los datos registrados, casi siete de cada 10 mujeres habían sufrido, para esos meses, violencia de tipo emocional y sexual, y el número de mujeres asesinadas durante el 2016 era el más alto registrado en los últimos 27 años, ocho mujeres en promedio eran asesinadas al día, hasta que en el 2019 la cifra fue superior, de 10 mujeres asesinadas por día.
Hoy el feminismo, tenga o no banderas de fondo reales, sale a flote e intenta poner en jaque a las políticas de AMLO, principal responsable de hacer que la inconformidad de las mujeres esté creciendo; incluso, algunos analistas dicen que López Obrador imaginó que no se le iba a salir de control, pensando que eso le iba a traer algunos bonos mediáticos; sin embargo, tanta desidia y arrogancia del gobierno morenista, y en particular de él como mandatario, está llevando las cosas al extremo y el movimiento ha crecido y está inconforme, un movimiento de mujeres que, incluso, se sabe apoyaron en su tiempo al mandatario nacional para llegar al poder.
El feminismo está ahí, AMLO no ha podido controlarlo y su ira y modo incorrecto de atender las inconformidades de las últimas semanas sólo le han echado más gasolina a la lumbre; en lugar de escuchar las peticiones y buscar alguna salida real, se ha empeñado en señalar que en el feminismo hay oposición, que hay derecha que está contra su política, declaraciones que sólo han provocado más reacciones y más inconformidad, tanto, que para el próximo lunes 9 de marzo se está fraguando un paro nacional.
Todos los mexicanos, hombres y mujeres, tienen derecho a legítima protesta, tienen derechos que garantiza, hasta el momento, nuestra Carta Magna; el feminismo tiene derecho a protestar y a ser escuchado, pues hoy es sólo un eslabón más de la inconformidad generalizada en el país. AMLO sigue sin saber qué hacer con el país, sigue sin estudiar y entender la inconformidad social que crece día con día; hoy son las mujeres, ayer fueron los pacientes que no tenían medicinas, más atrás fueron las madres y familiares de los más de 100 mexicanos que perdieron la vida en Tlahuelilpan.
AMLO no respeta a las mujeres, al feminismo y a ningún mexicano y viola sus derechos, y vuelve a mostrar que su odio es a todo lo que huela a organización de los mexicanos; afortunadamente, tras ese odio dejan verse destellos de un miedo real, un miedo a la organización y poder que puede llegar a tener la población contra él, contra un gobierno que hunde más a México en la miseria y pobreza.
El clímax no político… Y otro gobierno morenista que pronto tendrá protestas es la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, pues no ha querido atender las peticiones de miles de capitalinos en temas de vivienda, educación y servicios de agua potable y electrificación o espacios recreativos; por eso, mañana miércoles 26 de febrero, en el corazón de la Ciudad, en lo que fue la calle «Niño perdido» hoy Eje Central, de las 9 de la mañana a la 1 de la tarde, al menos mil antorchistas van a realizar una «Cadena Humana» de protesta para solicitar y exigir que Claudia Sheinbaum cumpla con su promesa de ayudar a los más pobres de la metrópoli, pero esta no es la única medida pues han asegurado que en las próximas semanas se realizarán manifestaciones y la denuncia contra la indiferencia y arrogancia de Sheinbaum escalará sin duda alguna. Por el momento, querido lector, es todo.