La mayoría de los mexicanos saben de inmediato de qué partido y de qué gobiernos se habla cuando leen en periódicos, escuchan en radio o ven en televisión, frases como: “consulta popular”, “vamos a rifar el avión”, “no, primo hermano, eso ya se acabó” o “es culpa de la corrupción”.
Pero también se comienzan ya a generalizar frases como: “es un gobierno que viola le ley e ignora la democracia”, “el gobernador es el peor evaluado”, “en la ciudad la inseguridad pone en jaque a los capitalinos” o el “presidente municipal secuestra y tortura a Regidora”; indudablemente, la población ya identifica estas frases con gobiernos morenistas federales, estatales o municipales.
Uno de esos gobiernos, además del mandatario nacional Andrés Manuel López Obrador, del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, o del presidente municipal de Matías Romero, Alfredo Juárez Díaz, es el de la doctora en Física, Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), reconocida como la quinta ciudad más habitada del mundo, pero la urbe con más tráfico vehicular y una de las más inseguras del planeta.
Y precisamente el 10 de febrero, Claudia Sheinbaum, para no negar la cruz de su parroquia, anunció la realización de una “consulta popular” en Xochimilco y Milpa Alta para marzo, que estará orientada a la construcción de un nuevo camino entre esas dos alcaldías; porque la movilidad es uno de los “grandes problemas” de Milpa Alta; ¡albricias, albricias, una consulta para ver si se realiza un nuevo camino!; ¿qué no lo mejor es realizarlo y punto?, ¿para qué tanto show mediático? Porque mucho ojo: la consulta será en marzo y seguramente el camino vendrá ejecutándose allá por el 2021.
Durante 2019, la inseguridad y la violencia en la CDMX fueron los temas más preocupantes; y esto ocurrió cuando Sheinbaum cumplía su primer año de gobierno; aunque anunció más vigilancia y la incorporación de más patrullas, las denuncias por secuestro y acoso sexual contra mujeres, o crímenes como el homicidio de los estudiantes Norberto Ronquillo y Leonardo Avendaño, o el reciente asesinato de la joven Ingrid, ha alertado a los capitalinos sobre el mal gobierno y la urgente necesidad de que la jefa de gobierno cumpla lo prometido y se dedique a gobernar de mejor manera.
Por ejemplo, el homicidio doloso, uno de los delitos más graves con el mayor grado de violencia, de enero a noviembre de 2019, acumuló mil 297 casos, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). De ellos, el 72% (937) se cometió con arma de fuego, el 11.7% fue con arma blanca y 16% con otro elemento.
Éste y otros problemas azotan a la CDMX. No es cierto que Sheinbaum esté entre los gobernantes mejor evaluados; contar con 59% de aprobación en realidad significa que solo cinco de cada 10 capitalinos la respaldan; la verdad es que a la funcionaria le quedó grande el puesto, incluso algunos de sus funcionarios, como Arturo Medina Padilla, se han mostrado incompetentes para tratar con la población y escuchar sus peticiones; y ya no se diga para atenderlas; esto ocurre con los antorchistas de la CDMX, que, desde hace más de un año, solicitan audiencia e intervención de la Jefa de Gobierno, pero ésta se ha negado rotundamente; eso sí, prefiere andarse placeando en eventos de relumbrón, no le hace que detrás de eso existan muchos problemas.
Las peticiones de miles de capitalinos dirigidos por Gloria Brito en la CDMX son elementales y básicas: buscan opción para solucionar el problema de vivienda a familias de escasos recursos económicos que no tienen acceso a este derecho humano; dotar de servicios de agua, luz eléctrica y drenaje a habitantes de las alcaldías de Xochimilco, Tláhuac y Tlalpan, cuyos pobladores han esperado 20 o 30 años y no han sido atendidos por ninguna autoridad; que el gobierno central autorice en Tiziclipa, Xochimilco, que mil 200 familias se conecten a la red eléctrica, obra que gestionó el antorchismo y en la que el gobierno de la Ciudad no invirtió ni destinó un solo centavo; los humildes habitantes de esta localidad solo requieren una firma –que se les niega– para tener luz en sus viviendas. Entre las peticiones también se encuentra la de cien familias del predio conocido como “Rojo Gómez”, ubicado en Iztapalapa, que viven en la zozobra, porque se ha anunciado el inminente desalojo de sus viviendas, a pesar de que ellas compraron de buena fe sus terrenos; en materia educativa, jóvenes estudiantes de la Preparatoria Lázaro Cárdenas, plantel Gustavo A. Madero, solicitan regularización del terreno donde está ubicado su centro educativo.
Estando así las cosas, el Antorchismo de la zona metropolitana del país iniciará una campaña de denuncia en las alcaldías y en cada uno de los rincones de la CDMX para exhibir que el gobierno morenista de Claudia Sheinbaum no sabe gobernar; el panorama para la población es cada vez más negro y se atenta contra los derechos ciudadanos, porque cerca de nueve millones de mexicanos son acosados por la inseguridad, violencia, pobreza y por la falta de servicios elementales como drenaje, agua potable y vivienda. Sheinbaum no hace nada para remediar la situación. Que el gobierno de la CDMX no se queje de las protestas y las marchas que se realizarán en los próximos días. Por el momento, querido lector, es todo.