Esténtor Político
En México, la inversión en cultura y arte es mínima; históricamente ha sido el rubro presupuestal más olvidado de los gobiernos municipales, estatales y federales. El sexenio del morenista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no ha sido la excepción. En cuatro años, el gasto público en cultura ha sido ínfimo y se prevé que en 2023 sea 0.6% extra con respecto al de 2022, con un monto general de 15.9 mil millones de pesos, según Bloomberg Línea. La Secretaría de Cultura (SC) no ha reportado ningún avance, incluso de proyectos a pesar de que, para la inmensa mayoría de los mexicanos, la cultura y el arte permanecen como sueño de paladeo de banquetes artísticos.
En una conclusión del Centro de Análisis y de Investigación Fundar sobre el presupuesto que se asignó a la SC en 2022, se revela que las Secretarías de la Defensa (Sedena) y de Turismo (ST), así como las obras emblemáticas de AMLO, tienen asignaciones infinitamente mayores que esta dependencia. En resumen: la actual administración ha olvidado completamente el desarrollo cultural de los pueblos de México y la conservación de sus manifestaciones artísticas y culturales, con lo que niega, a las actuales y a las nuevas generaciones, el derecho a conocerlas, recrearlas y disfrutarlas.
A pesar del poco apoyo oficial a la cultura y las artes, y que en la mayoría de los municipios no existen talleres, galerías o salas para estos fines, hay algunas personas que cultivan algún tipo de arte; la mayoría de ellas lo hacen prácticamente en la ‘clandestinidad’, porque no cuentan con recursos económicos, herramientas y sitios adecuados. Esto es así porque la oferta de las mejores orquestas, obras de teatro y ballets no está destinada a la población en general.
Pero la pobreza cultural no es responsabilidad del pueblo, sino de quienes pretenden convencer a las mayorías de que no son dignas de tales espectáculos porque carecen de dinero. Los niños y jóvenes mexicanos están creciendo en un mundo en el que se les bmbardea por todos los medios para empujarlos al mundo de las drogas, el sexo y el alcohol, ofrecidos como única salida hacia el futuro. Casi nadie conoce las composiciones de Tchaikovsky, las sinfonías de Beethoven, las pinturas de Van Gogh, la obra de Cervantes, etc. Un nubarrón de ignorancia cubre a la humanidad.
Con objetivos muy claros para educar y formar con el arte, el Movimiento Antorchista Nacional (MAN) siempre ha puesto el desarrollo intelectual y la elevación espiritual del pueblo mediante la educación y la cultura, para que entienda mejor su entorno social, político y económico, y genere ideas con las que pueda alcanzar su emancipación. A pesar de la parálisis provocada por la pandemia de CCOVID-19, Antorcha nunca abandonó a tarea de difundir y promover la creatividad artística en los pueblos más humildes de México.
El MAN cultiva la poesía, la música, el teatro. El próximo 23 de octubre organizará el VI Concurso de Folclor Internacional, que tendrá como sede la ciudad de Oaxaca. Este evento es, sin lugar a dudas, una de las muestras de cultura popular más importantes del país y del mundo, que además está protagonizado por niños, jóvenes, amas de casa, obreros y campesinos que emplean su talento y trabajo para el disfrute de sus semejantes.
Las horas que dedican para preparar coreografías, escenografías, vestuarios y utilería no les importan, porque ellos también disfrutan con la oferta de un espectáculo lleno de magia y color, que provoca sonrisas, lágrimas y asombro en un público en el que siempre hay algunas personas que, por primera vez, pueden disfrutar de expresiones artísticas del más alto nivel estético, pese a que no se brindan en escenarios de la élite burguesa.
Oaxaca recibirá, con los brazos abiertos, esta oferta de folclor mexicano de Antorcha, cuyo objetivo es formar y crear a un hombre nuevo en el país; y en el caso de este certamen, invita a los mexicanos a disfrutar los bellos y emotivos bailes que quizá ayuden a olvidar por un momento sus penas, pobreza, marginación, inseguridad y la violencia generalizada. Por el momento, querido lector, es todo.