Esténtor Político
La locura con la que el gobierno federal despilfarra dinero para proyectos que no tienen pies ni cabeza son los que caracterizan a la Cuarta Transformación, olvidando lo que es realmente necesario para estos tiempos sombríos de pandemia.
Pemex ha sido la cruz que López Obrador carga con la intensión de redimir los problemas económicos de México. Tan sólo en tres meses de este 2020, por la necedad de apostarle al petróleo sin el concurso de la inversión privada, Pemex perdió el equivalente a cuatro veces el presupuesto de la Secretaría de Salud; el gasto de cuatro años en salud. ¿Puede usted creerlo?
Se sabe que en el año y medio de gobierno que lleva AMLO Pemex ha perdido casi un billón; diariamente pierde seis mil 178 millones de pesos y López Obrador no lo entiende ni lo frena porque considera que es el principal motor económico de México; por eso piensa inyectar más y más dinero para “salvar” a la petrolera más endeudada del mundo.
Con el nuevo “superpoder” que a fuerza se le quiere dar al ya muy débil gobierno de AMLO, podría hacer y deshacer lo que se le venga en gana -cosa que ya ha hecho- con el erario público. En el informe de la Cuenta Pública 2019 que tienen la Cámara de Diputados, la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía, gastó más de 102 mil 187 mdp extras a lo que se había aprobado en el PEF 2019; quien salió beneficiado fue la refinería de Dos Bocas y una expansión petrolera, ambos, proyectos de prioridad para la 4T y con clara intención electoral; en el gobierno de Obrador el dinero se ha tirado, y la salud de los mexicanos está siendo olvidada.
La locura no termina con esto: la CFE, con su director Manuel Bartlett, ha sido el segundo tema de las noticias después del Coronavirus. Ahora resulta que, tras el bloqueo y el riesgo con el que corre la inversión privada en el país por las inestables decisiones del gobierno, se está pensando en producir energía a través de combustóleo, material que se produjo en las refinerías de Pemex y altamente contaminante para el medio ambiente.
Ahora no sólo tendremos problemas en el petróleo, también en la luz eléctrica. Por ende, millones de mexicanos sufriremos las consecuencias y sin distinción de clases sociales, de los costos ya ni hablamos porque será lógico que tengan grandes incrementos en los precios pues con la nueva crisis económica será imposible pagar las nuevas tarifas impuestas.
AMLO trata de poner por delante a Pemex como impulsora número uno de todas las actividades económicas para México, pero no toma en cuenta la autonomía de cada una de ellas. No dude usted, caro lector, que la CFE podría ser la próxima empresa que presente pérdidas millonarias.
¿A quién se le ocurre hacer una refinería cuando no es negocio la refinación? A él y a Rocío Nahle que no saben qué requiere el país en estos momentos. ¿A quién se le ocurre utilizar plantas viejas para generar energía eléctrica con combustóleo? A él y a Manuel Bartlett, éste último un político viejo con el que AMLO sabe no puede ni tienen posibilidad de sacarle sus trapitos al sol, porque le debe muchos favores.
El mandatario mexicano ha sido adepto a su nuevo régimen político que busca cambiar a México a su voluntad y semejanza; sin embargo, las políticas que ha implementado sólo crean inestabilidad política, social y económica.
El proselitismo, el engaño, la mentira y la manipulación han sido las “armas” favoritas de la 4T para complementar el discurso presidencial en la “aprobación” a las iniciativas de AMLO. La gente se pregunta, ¿qué haría un López Obrador ante el discurso y las acciones de un presidente -del partido que sea- con las mismas actitudes que él?. ¿Cuál sería la crítica?
El tiempo cobra la factura y a nuestro país se la está cobrando caro. López Obrador anuncia ahorros en las dependencias de gobierno para invertir en Pemex, no en Salud pero para la salud se pide caridad. Ahora es más claro por qué no tenemos dinero para proteger a nuestros médicos y todo el personal de salud.
Hoy Pemex quita márgenes de maniobra en otros sectores más esenciales, no es la salvación de México y tampoco Donald Trump con su enorme “generosidad”. Sin darnos cuenta, estamos endeudando más al país y vendiendo el país a los manipuladores del poder mundial. El coronavirus nos agarró de bajada con el Sistema de Salud y sin dinero. Y, como siempre, quien más sufre y paga los platos rotos es el pueblo de México. Pemex, está en la ruina y no será quien salve a México de la crisis económica.
El clímax no político… Zaz… ahora contra las «benditas redes». De plano hoy AMLO se saltó la barda y exigió que las dos plataformas más importantes de redes sociales, Facebook y Twitter, deben ser transparentes y que deben informar sobre quiénes son sus clientes. Parece que algo muy fuerte le está preocupando al presidente López Obrador y todo indica que son los cuestionamientos, la críticas y señalamientos que millones de mexicanos están haciendo al gobierno morenista desde esas RRSS a las que él consideró como “benditas”. Los gritos de terror y de exigencia que salen de los hogares mexicanos son: ¡En casa y sin comida! y ¡pésima atención, por parte del gobierno federal y estatal, en la salud de gente contagiada por COVID-19!
AMLO está lanzando una amenaza directa a esas plataformas y no dude usted que muy pronto les quiera subir los impuestos o algún otro recargo y por esa vía presionarlas para que ceden a sus peticiones; pero el problema irá más allá y los internautas deben estar al pendiente de si Facebook y Twitter están dispuestos a ceder al poder de AMLO.
Y es que ya se comenta que Morena y la 4T tienen granjas de bots denunciando a cuentas de “opositores y conservadores”, los supuestos enemigos de AMLO, para que Twitter y Facebook las elimine o suspenda. Lo bueno es que no hay por qué preocuparse, pues en México se respeta la libertad de expresión. ¿Twitter y Facebook cederán a un presidente que no sabe gobernar o dejarán que millones de mexicanos expresen su sentir.? Lo verá usted los próximos días; por lo pronto, mañana les tendremos más de este tema. Por el momento, querido lector, es todo.