Esténtor Político
Algunas cifras y datos que a diario vemos en la prensa nacional o internacional son escalofriantes y más cuando se trata de un sector que siempre ha exigido a la autoridad municipal, estatal o federal, justicia y respeto a sus derechos; así hemos visto titulares como el del 6 de diciembre de 2022 referente a que “En México más de 10 mujeres son asesinados al día; sólo el 24% de los casos es investigado como feminicidio”; o más recientemente, el del 5 de febrero de 2023, al señalar que: “México rompió cifra histórica de mujeres asesinadas por homicidio doloso en 2023; los feminicidios no bajan”.
Y es que durante el año 2022 se dieron más de mil feminicidios, pero, además, se ha difundido, con cifras certeras de organismos oficiales, que desde el 2018, -por cierto, el año en que AMLO y Morena comenzaron a gobernar al país-, se ha contabilizado que 10 mujeres fueron asesinadas cada día y suma otro dato preocupante, que la entidad mexiquense ha recibido más de 52 mil llamadas relacionadas con la violencia de género, en el país más de 300 mil llamadas.
La ola alarmante de mujeres asesinadas son un claro ejemplo, pero no el único, de la opresión de la mujer por parte de una sociedad capitalista injusta e inhumana no sólo contra las mujeres si no, en general, contra todo el género humano; pero los feminicidios siguen siendo la punta del iceberg de agresiones hacia las mujeres. Son en cifras redondas 18 mil mujeres asesinadas desde 2018, más de 3 mil 500 cada año, 300 al mes y 10 cada día. El propio Inegi confirma que el 70 por ciento de las mujeres mexicanas han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida.
El miércoles 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer y somos testigos de cómo en todo el país y en el mundo se ha gestado un movimiento feminista fuerte y respetable, que no es de reciente creación, si no que tiene ya una historia de varios años, movimiento que se ha venido consolidando, reforzando y penetrando en el ánimo de la sociedad, incluso sus denuncias han abarcado ya prácticamente todo el país.
Su fuerza es tal, que su exigencia de justicia y denuncia de violaciones a sus derechos cada vez tienen más eco y han recibido solidaridad de muchos mexicanos al estar de acuerdo con ellas y sumarse a la condena de las injusticias que padecen. Ellas luchan por su seguridad, garantías que les brinden tranquilidad personal y familiar y sin duda alguna buscan un trato más equitativo por parte de toda la sociedad mexicana; argumentos que en lugar de verse como un movimiento aislado, en primer lugar por parte de ellas, y de todos los mexicanos, llevarían a concluir que ellas, junto con los hombres, otra mitad de toda la sociedad mexicana, puedan confluir en los objetivos de estar contra una sociedad opresora que no garantiza seguridad, ni vivienda, educación, salud, buen empleo; y en general una vida de bienestar social para todas las familias.
Las cifras arriba citadas sobre feminicidio han hecho que el movimiento feminista reclame y exija atención a los gobiernos; en primer lugar al Federal que encabeza López Obrador, pero también a los gobiernos estatales; sin embargo, lo que han recibido como respuesta cada año, y este 2023 no es la excepción, es un Palacio Nacional, blindado con vallas metálicas, un rotundo no a ser escuchadas y una negativa total para implementar medidas gubernamentales muy concretas para cuidar a las mujeres mexicanas y se ponga un alto definitivo a las mujeres desaparecidas, violadas, secuestradas o asesinadas.
El gobierno morenista de Obrador no sólo ha seguido el mismo camino que gobiernos anteriores, sino que ha profundizado su soberbia gubernamental e ignora a un sector, prácticamente la mitad de la población 64 millones de mujeres en México, mismo sector o un aparte que podría cobrarle la factura en las elecciones de 2023 y 2024.
El Día Internacional de la Mujer fue conquistado por Klara Zetkin, una destacada luchadora socialista que propuso esa fecha conmemorativa y lo logró poco antes del inicio de la 1ra guerra mundial; su bandera fue el voto para la mujer, convencida de que así tendrían más posibilidad de que el pueblo conquistara el poder del Estado por la vía democrática; gracias a eso hoy la mujeres viven momentos mejores que antes de tener una fecha conmemorativa y “verdadera” voz y voto; sin embargo, como lo vemos cada 8 de marzo, la solución definitiva a los problemas de las mujeres sigue pendiente.
Es claro que el movimiento feminista no debe excluir a nadie y sí, sumar esfuerzos con la totalidad de las mujeres y los hombres, pues vistos como trabajadores, generadores de la riqueza de nuestra nación, nos daremos cuenta que la inmensa mayoría de los problemas que sufrimos son comunes y deben ser atacados y combatidos desde un solo frente de lucha. Es urgente que hombres y mujeres nos organicemos y luchemos por conquistar una patria nueva, más justa y más equitativa, porque sólo hasta entonces se hará verdadera justicia para las mujeres, para los hombres y para toda la humanidad. Por el momento, querido lector, es todo.