Esténtor Político
Nuevamente, la llegada del huracán Grace vino a poner de relieve que con la naturaleza no se juega y que los desastres naturales que pueden generarse por huracanes, ciclones, tormentas, sismos, lluvias, etc., sólo pueden enfrentarse correctamente si la población está preparada y cuenta con las condiciones materiales, condiciones que deben ser garantizadas por los gobiernos en turno, no importa de qué color sean ni tampoco si están de acuerdo o no.
Cuando la naturaleza se ‘ensaña’ demasiado con la ciudades o pueblos, la autoridad federal, estatal o municipal, debe reaccionar de manera rápida en auxilio de la población damnificada; si esto no sucede, se debe, fundamentalmente, a que su papel como gobernante no lo está haciendo bien; o puede deberse, también, a que las dependencias encargadas de atender esta área de gobierno no están preparadas; o simplemente, es un gobierno que tiene a su país en un desastre social y entonces, él como como representante del gobierno en turno, será el responsable de ambas tragedias.
En México, con la llegada de AMLO a la presidencia la crisis política, la económica, de salud y de seguridad, se han ahondado muchísimo y los mexicanos sufrimos cada vez más los estragos de alguna de ellas, la más visible ha sido la crisis de salud generada por el COVID-19 donde la cifra de muertos está por arriba de los 250 mil mexicanos y más de tres millones de contagios; hoy este mal sigue siendo el más peligroso y el que más afectación está teniendo y aún más, cuando de manera irresponsable, el gobierno pretende, a toda costa, arrancar clases presenciales el próximo 30 de agosto.
El jueves 19 de agosto el huracán Grace tocó tierra mexicana en las costas de Quintana Roo; desde entonces la afectaciones han sido en la red de energía eléctrica, viviendas y desde luego en las pertenencias de miles de personas que viven en lugares afectados, sobre todo en los 58 municipios de Veracruz y otra cifra similar en Puebla. Al pasar de los días el gobierno federal y los gobiernos de estas dos entidades, Cuitláhuac García en Veracruz y Miguel Barbosa en Puebla, se han visto rebasados y no han atendido adecuadamente a la población.
De acuerdo a la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) hay dos fechas que marcan el inicio de la temporada de ciclones tropicales en el país. En el océano Pacífico dicho periodo comenzó el 15 de mayo y en el mar Caribe el 1 de junio; pero en ambas regiones el día de término es hasta el 30 de noviembre; es decir, en el país aún estaríamos viendo, durante tres meses más, desastres en diversos municipios, incluso, para este año se ha previsto que habrá entre 14 y 20 ciclones en cada océano; o sea, un total de 40 o más.
Si tomamos en cuenta que durante estos días apenas se han identificado a 12: Andrés, Blanca, Carlos, Dolores, Enrique, Guillermo, Ana, Bill, Claudette, Danny, Elsa y Grace, en la próximas semanas los desastres podrían ser mayores y el gobierno federal y el de algunos estados como Puebla o Veracruz se verán más rebasados y la gente seguirá padeciendo los crueles efectos, incluso, podría haber más perjudicados por la escasez de alimento y de agua.
Los planes que AMLO ha presentado siempre están fuera de tiempo y siempre son insuficientes; hoy en Xalapa su ‘gran plan’ fue que el Gobierno Federal realizará un censo en Veracruz, casa por casa, para conocer el número de damnificados por el paso del huracán Grace y entregar después diversos apoyos de manera directa.
A López Obrador se le ve más preocupado ya por la elección del 2024 y trata de cuidar a su favorita de la Ciudad de México; ahora, de paso, se ha enfrascado en una pelea con el panista Ricardo Anaya, donde AMLO lleva la de perder y esto es así porque se le olvida que él es autoridad y debe actuar de manera imparcial.
Eso sí, mientras el show político de AMLO sigue divirtiendo desde su mañanera todos los días, todos los mexicanos ya se dan cuenta que este gobierno ya está muy desprestigiado; asimismo, la inconformidad social de los mexicanos es cada vez mayor. Por lo pronto, en el desastre social y en el desastre natural hay un sólo responsable y se llama Andrés Manuel López Obrador. Por el momento, querido lector, es todo.