Esténtor Político
Por si algo le falta a nuestro país, a parte de los 115 mil muertos (58 mil 621 homicidios y 57 mil 23 por COVID-19) que ya se acumularon en lo que lleva de administración el morenista, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), las cosas también se complican en las altas esferas políticas porque el Gobierno Federal está empeñado que México va a salir adelante si se ataca la corrupción, pues se sigue pensando y creyendo, erróneamente, que ese es el problema más importante de los mexicanos.
Pero más allá de eso, el tema también lo está usando, como lo han manejado expertos en comunicación, como un distractor duradero; por eso en los recientes días se sigue explotando a Emilio Lozoya, ahora con el video que ayer se filtró vía YouTube y que le sirvió a AMLO para decir que la exhibición “muestra la inmundicia del régimen de corrupción que imperaba porque todo este dinero se utilizaba para comprar voluntades, conciencias, comprar votos…”,(sic y resic).
¿Qué más pasa en el Gobierno Federal? y ¿qué más pasa en los gobiernos morenistas?
No vamos muy lejos, aquí cerquita, a unas dos horas de Palacio Nacional, el morenista Miguel Barbosa ya está convertido en un prototipo y patrón de lo que es un gobierno de Morena, un modelo de gobierno que usa la ley como garrote y que reprime a ciudadanos, grupos políticos y organizaciones sociales; pero además, a nivel federal, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se estaría prestando para que Barbosa siga cometiendo todo tipo de tropelías.
Ayer, Brasil Acosta Peña, diputado federal e integrante del Comité Ejecutivo del Movimiento Antorchista, denunció que la UIF se está prestando para ser un instrumento de venganza política del gobernador morenista contra las organizaciones sociales, en específico en contra del antorchismo poblano. Y es que a petición del mandatario de Puebla y de la Fiscalía estatal, la dependencia federal de Santiago Nieto estaría congelando cuentas a opositores al gobernador y estaría, por esa razón, incurriendo en un acto de fabricación de delitos.
Según Acosta Peña, quien ayer acudió a las oficinas de las UIF para solicitar explicación del bloqueo de sus cuentas, Miguel Barbosa instrumenta ataques mediáticos y represión política.
Y es que con la declaración de Santiago Nieto de que se congelan cuentas “de dirigentes” de la Organización por recibir recursos al margen de la ley, se está utilizando a la dependencia como garrote político contra un grupo de mexicanos que no han cometido ningún delito; al menos, el mismo Nieto no presentó ninguna prueba de sus acusaciones y tampoco aclaró que tales cuentas son de particulares o de razones sociales que desarrollan su actividad dentro de la ley.
Barbosa lleva muy poco tiempo de gobernador y toda la clase política, y sobre todo la ciudadanía están en contra de su forma de gobernar; el morenista le ha declarado la guerra a cualquier ciudadano y organización que le exija cumplimiento de sus promesas y atención a los miles de problemas de los poblanos. Estudiantes, maestros, médicos, obreros, alcaldes, el rector de la BUAP, dirigentes de partidos políticos de oposición y organizaciones sociales de todo tipo han denunciado a Barbosa por ser un represor y un mal gobernante, que está llevando a la entidad hacia una crisis política y social nunca antes vista.
En Puebla ya hay una gran inconformidad y eso se evidencia en las encuestas que ubican al gobernador en el sótano de la aceptación popular comparado con el resto de los gobernadores. Ante este rechazo político se preguntan en los mismos grupos de Morena ¿Cuánto más estará en el poder Miguel Barbosa? Hay quienes dicen que muy poco; aunque otros personajes aseguran que, desde el Palacio Nacional, lo irán guardando y aguantando hasta que su retiro pueda servir a AMLO y a Morena como otro distractor. Por el momento, querido lector, es todo.