Esténtor Político
Si algún mexicano supuso que la pandemia de COVID-19 se detendría o desaparecería con la vacunación, o que ya no iba a haber más muertos sólo porque lo decretaron el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su vocero sanitario, Hugo López-Gatell, ahora podemos decirle que cometió un grave error; porque la Secretaría de Salud (Ssa) proyectó que este año cerrará con al menos 331 mil fallecidos.
El COVID-19 sigue contagiando a más mexicanos; y en sólo una semana infectó entre 10 mil y 15 mil menores de 7 años. Todo ello ocurrió en el marco de una campaña de vacunación muy lenta, en la que apenas se han aplicado 92 millones de dosis de un biológico que, para inmunizar, requiere el doble de inyecciones; por lo que solo están protegidos 46 de los 126 millones de mexicanos, es decir, solo tres de cada 10.
La ineptitud de AMLO y López-Gatell se muestra, además, en su empeño cotidiano por minimizar las cifras negativas de la pandemia mediante nuevos distractores, como invitar a gobernadores priistas y panistas a sumarse al gabinete; o las mentiras y calumnias contra opositores.
El presidente y el Morena olvidaron pronto su promesa de ofrecer apoyo primero a los pobres, pues los estudios sanitarios que se publican a diario, confirman que México es uno de los países donde más se ha difundido la pandemia. Según el Sector Salud, al 15 de septiembre había 269 mil 15 fallecidos; pero si ajustamos esta cifra a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los muertos ya son 321 mil 249 y nos ubicamos en el cuarto lugar mundial con más muertes, solo por debajo de la India, donde han fallecido 443 mil 249; de Brasil, con 587 mil 847 y EUA, con 682 mil 341 decesos por esta causa.
Sin embargo, con base en cifras extraoficiales, México se sitúa, desde hace varias semanas, en el segundo país con más mortandad en el mundo. El martes 14 de septiembre hubo mil 46 muertes, sólo por debajo de EUA, que registró mil 934. Nuestro país reporta cada día más muertes que los seis países con más habitantes. Además, ocupa el lugar número 20 de los estados en efectuar pruebas antiCovid-19.
Mientras EUA hace 183 mil por cada 100 mil habitantes, Canadá 109 mil y Chile 108 mil, el gobierno mexicano solo hace siete mil 983. Esto explica por qué ya rebasamos los 3.5 millones de contagios y que haya un muerto por cada 29 contagios.
Un análisis más detallado sobre el control de la pandemia en México nos permite advertir que el número de muertos ha aumentado en el pasado reciente debido a que las actividades económicas se normalizaron. El ejemplo más claro lo ofrece la Ciudad de México (CDMX), donde la población ya actúa como en la normalidad pre COVID-19, incluida la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien ha anunciado que se retomarán los eventos masivos.
En su Índice de Normalidad Global (Global Normalcy Index), la prestigiada revista The Economist propone ocho áreas donde rastrear los cambios en el comportamiento de las personas debido a la pandemia, y las ubica en tres grupos. Primero se clasifica el transporte y los viajes; en el segundo, la recreación y el entretenimiento; y en el tercero, el comercio minorista y el trabajo, que incluye labores de oficina.
El estudio, elaborado con el análisis de las 50 principales economías del mundo, que en conjunto producen el 90% del Producto Interno Bruto (PIB) global, entre ellas la de México, explica por qué, en el país, la vuelta a la normalidad de la población, sin la debida responsabilidad sanitaria, ha provocado que los contagios por COVID-19 y sus víctimas mortales sigan en un nivel muy alto.
En México, las actividades cotidianas están más cerca de las que se realizaban en 2019, antes de la pandemia y las autoridades tratan de justificar este hecho con el hartazgo que el confinamiento genera en muchas personas. Pero a este argumento se contrapone lo ocurrido en otras naciones, cuyos gobiernos han logrado disminuir los contagios con la reducción de las actividades.
El gobierno de AMLO tomó la decisión de ‘privilegiar’ la economía sobre la salud de las personas, sin considerar que, con ello, propiciaría mayores contagios y las 612 mil 49 muertes que estima el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, cuyos cálculos incluyen un número más alto de muertos por COVID-19 que el reconocido por las autoridades.
Los últimos meses de 2021 serán trágicos. Los datos oficiales han sido manipulados y reducidos, quizá para no alarmar más a la población. Pese a ello, la Ssa acepta que México cerrará el año con alrededor de 350 mil fallecidos; no obstante, los datos emitidos por el Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud (IMES), más apegado a la realidad, permiten asegurar que la cifra rondará los 750 mil fallecidos. AMLO, en tanto, sigue con su indiferencia criminal y tratando de ocultar los verdaderos datos. Por el momento, querido lector, es todo.